Damasco.- El gobierno sirio de Bashar Al Assad envió ayer su pedido de incorporación a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, confirmó el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jafari. El gesto es un primer paso cumplido para el plan de acción que negocian en Ginebra los cancilleres de Estados Unidos, John Kerry, y Rusia, Serguei Lavrov, con el objetivo de acordar un control internacional del armamento químico del país árabe y así evitar una ofensiva militar de Estados Unidos.
«Legalmente Siria se ha convertido hoy en miembro de pleno derecho de la Convención», dijo Jafari, confirmando que el Gobierno sirio dirigió cartas al secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Previamente, en una entrevista a la cadena rusa Rossiya 24, el presidente Bashar al Assad confirmó que enviaría los documentos necesarios para firmar el acuerdo, pero aclaró que la decisión de entregar los arsenales químicos sirios bajo control internacional no era por las amenazas bélicas de Estados Unidos.
Según precisó, la decisión se debe a las negociaciones con Rusia. El mandatario subrayó que el acuerdo sobre la entrega de armas químicas entrará en vigor un mes después de que Siria se incorpore a la convención.
Para tratar sobre el tema, Lavrov y Kerry llegaron ayer a Ginebra. En el encuentro entre los cancilleres, que se extenderá hasta hoy, Rusia presenta un plan de cuatro etapas para controlar el arsenal químico sirio.Ambos funcionarios abogaron por encontrar una «resolución pacífica» del conflicto.
Estados Unidos ha emprendido una campaña internacional para formar una coalición que respalde su pretensión de realizar una ofensiva militar contra Siria, con el argumento de hacer «pagar» al régimen de Al Assad la muerte de cientos de civiles durante un ataque con armas químicas ocurrido el 21 de agosto, en las afueras de Damasco. El gobierno sirio rechaza las acusaciones y responsabiliza a grupos terroristas y opositores, de la matanza.
Según el diario ruso Kommersant, el plan de control de las armas químicas en Siria, que Rusia presenta a Estados Unidos, incluye primero la adhesión de Damasco a la OPAQ; segundo, la declaración de la ubicación de su arsenal químico y el lugar donde se fabrica; tercero, el país árabe debe autorizar a los inspectores de la OPAQ la realización de inspecciones en esos lugares para así pasar a la cuarta etapa, que es destruir las reservas químicas sirias, que algunos expertos evaluaron en mil toneladas.
Si la iniciativa de Rusia sobre Siria tiene éxito, se trataría de un gran «jaque mate» para el líder del Kremlin, Vladimir Putin, que evitaría un ataque militar estadounidense contra un aliado clave y al mismo tiempo eliminaría la amenaza de las armas químicas del gobierno sirio, afirma la BBC.