La mayoría parlamentaria aprobó ayer la proforma del Presupuesto General del Estado (PGE) para lo que resta del año y la Programación Cuatrianual 2017-2020. La proforma asciende a $ 36.818 millones, lo que representa un crecimiento de 8% con respecto al monto devengado en 2016, explicó Pabel Muñoz (AP), presidente de la Comisión de Régimen Económico.
El 39% de los recursos ya ha sido ejecutado y se estima que habrá $ 23.546 millones en ingresos totales. El principal rubro corresponde a impuestos por $ 14.760 millones. Muñoz aclaró que la proyección del Servicio de Rentas Internas (SRI) se sustenta en que entre enero y julio de este año la recaudación tributaria aumentó el 10,8%. Del lado de los gastos, estos se calculan en $ 28.341 millones, de los cuales $ 9.192 millones son gastos de personal (el 87% se destina al pago de remuneraciones de maestros, médicos, policías, jueces).
El déficit se ubica en 4,7% ($ 4.794 millones) del Producto Interno Bruto (PIB). Por otra parte, hay un superávit permanente de más de $ 1.000 millones cumpliendo así la regla fiscal de que los ingresos permanentes cubran la totalidad de los gastos permanentes. Para Henry Kronfle (PSC), una de las vías para estabilizar la economía nacional es bajando los ingresos permanentes, pero más los gastos permanentes.
Por su parte Fernando Torres (PSC) indicó que la proforma no contiene toda la contabilización de gastos de las finanzas públicas. Coincidió con Wilma Andrade (ID) en que la deuda superaría los $ 54.000 millones. En cambio, Esteban Melo y Carlos Bergman, asambleístas de Alianza PAIS, afirmaron que las obligaciones no superan el límite permitido y que “la deuda siempre ha sido para inversión”.
Fuente: El Telégrafo