Con dos recesos y la intervención de actores de la sociedad, la Legislatura ecuatoriana continuó el debate del proyecto de ley de Comunicación, que ha despertado gran interés y expectativa en el país.
Sobre las 19:00, el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, suspendió el debate y dio paso a la moción propuesta por el legislador Fausto Cobo, para que la Asamblea analice la reforma tributaria.
En el debate de la ley de Comunicación, el legislador oficialista ángel Vilema sostuvo que si bien el proyecto contempla sanciones económicas por eventuales excesos de la prensa, también da la oportunidad de que los medios rectifiquen sus errores.
Aseguró que en el cuerpo legal no se habla de clausurar, cerrar medios ni revertir concesiones, y además se ha cuidado que el contenido de la ley no contemple subjetividades.
Al recalcar la importancia de aprobar la ley, destacó que la comunicación no es un negocio cualquiera y recordó que la actual ley fue creada en 1975 por la dictadura.
Además mencionó que lo que se discute “es un proyecto, no una ley consumada”, por lo que dependerá de los 124 asambleístas para que den su voto de confianza. “Si hay que cambiar algo, se lo hará (…) Esta no es una ley para una fuerza política, sino para garantizar la libertad de expresión”, subrayó.
La independiente María Paula Romo reconoció que el Ecuador necesita una ley que obedezca el mandato de la consulta aprobada el 7 de mayo, pero dijo que los ciudadanos no dispusieron en las urnas aprobar el actual proyecto, sino desarrollar otro.
Agregó que la consulta fue convocada sin precisar detalles sobre la conformación del Consejo de Regulación, por lo que esa decisión le corresponde a los legisladores. No obstante, admitió que la versión de este proyecto de ley es “infinitamente mejor que los anteriores”, y cree que desarrolla suficientemente algunos aspectos como el directorio de los medios públicos. Destacó que se han incorporado aspectos importantes sobre la publicidad y la propaganda, y se eliminó la obligatoriedad del registro de medios.
En medio del debate, asambleístas del oficialismo e inclusive de la oposición, han reconocido los excesos de la prensa. El legislador Abdalá Bucaram Pulley, hijo del depuesto mandatario Abdalá Bucaram Ortiz, denunció el rol que, a su criterio, jugaron los medios para alentar el derrocamiento de su padre.
Luis Almeida, de Sociedad Patriótica, admitió que existen excesos de la prensa y que incluso él ha sido excluido de los espacios de entrevistas del canal Ecuavisa. Más temprano, asambleístas de oposición -con gritos y pifias- intentaron boicotear la intervención de representantes de los medios públicos