El 30 de septiembre de 2010, cuando en el regimiento Quito una turba de policías atentó contra la integridad del presidente Rafael Correa, obligándolo a refugiarse en un hospital contiguo; al mismo tiempo, simultáneamente, en la Asamblea Nacional, los miembros de la Escolta Legislativa, comandados por su jefe, Rolando Tapia, se declararon de “brazos caídos” y se negaron a garantizar la seguridad de los asambleístas, asegura la representante del Azuay Rosana Alvarado.
Las imágenes de televisión mostraron a los policías en una situación inusual: quemando neumáticos, instigando el desorden, agrediendo a periodistas, lanzando gas pimienta e impidiendo que los legisladores ingresen al Parlamento. A raíz de esos hechos, Tapia y otros miembros de la Escolta fueron enjuiciados por atentado a la seguridad del Estado.
La audiencia de juzgamiento fue suspendida este 13 de junio entre incidentes generados por parlamentarios de oposición, y se reinstalará el próximo lunes.
Un testigo de lo que sucedió el 30 de septiembre, la asambleísta del oficialismo Rosana Alvarado relató a la Agencia Andes lo que vivió entonces. Y ratificó que Gilmar Gutiérrez, asambleísta del opositor partido Sociedad Patriótica disponía y ordenaba quién podía o no entrar a la Asamblea.
– ¿Qué pruebas puede aportar con su testimonio de lo que ocurrió el 30 de septiembre en la Asamblea?
-Me ratifico en la versión que di el mes de octubre pasado, cuando dije que no nos dejaron ingresar a la Asamblea, que fuimos impedidos de entrar. Los asambleístas fuimos vejados, insultados, agredidos.
– ¿Qué responsabilidad tiene el coronel Tapia en estos incidentes?
-Eso lo determinará la justicia. Pero el coronel Tapia estaba encargado, como jefe de la Escolta Legislativa, de la seguridad del recinto legislativo y de los asambleístas, funcionarios y toda la gente.
– ¿De qué forma fue tratada usted el 30 de septiembre?
-No pude entrar a la Asamblea por la puerta principal, impidieron mi ingreso. Tuve un enfrentamiento con el asambleísta Gilmar Gutiérrez, tuve que trepar un muro para poder ingresar. Luego de eso, en mi presencia, el coronel Tapia dijo que no podía garantizar la seguridad de los asambleístas.
– ¿Qué rol jugaba Gilmar Gutiérrez?
-En mi versión consta todo lo que sucedió el 30 de septiembre, de lo cual puedo dar fe. Allí consta cómo el asambleísta Gilmar Gutiérrez disponía, les instruía y daba órdenes a los policías.
– ¿Se ratifica en esa versión?
-Claro. Los asambleístas (que estuvieron presentes) nos mantenemos en que la policía se insubordinó, atentó contra la seguridad interna del Estado.