El asesinato del alcalde mexicano Edelmiro Cavazos, ocurrido hace una semana en el norte de México, fue una venganza de policías coludidos con el grupo de Los Zetas por medidas que había tomado el funcionario, anunció hoy la fiscalía.
Según el procurador de Justicia del estado de Nuevo León, Alejandro Garza, los policías estaban disconformes con acciones disciplinarias dispuestas por el alcalde, como la reducción de salarios.
Garza afirmó que «la inconformidad mayor» era que el alcalde estaba «encima de ellos» para controlarlos y por eso consideraban que «ya era parte de la contra», es decir de algún grupo rival.
Cavazos, miembro del partido gobernante Acción Nacional (PAN) y alcalde del municipio de Santiago, fue secuestrado la madrugada del 16 de agosto y apareció muerto dos días después.
Seis policías fueron detenidos como presuntos partícipes y tres agentes municipales están prófugos. Según el fiscal, los agentes realizaban distintas labores para el grupo de Los Zetas, ex brazo armado del cártel del Golfo, que se disputa territorios con el cártel del Golfo en el norte del país.