Un equipo internacional de astrónomos observó por primera vez de forma directa, gracias a un potente telescopio instalado en el norte de Chile, lo que parece ser un planeta en formación, incrustado aún en un disco de gas y polvo, informó el Observatorio Europeo Austral (ESO).
De confirmarse el hallazgo, posible por el Very Large Telescope (VLT), considerado el telescopio óptico más avanzado del mundo, daría importantes pistas de cómo se forman los planetas y cómo se puede mejorar la observación de estos fenómenos. señaló el ESO.
El equipo de astrónomos, liderado por la suiza Sascha Quanz, estudió el grueso disco de gas y polvo que rodea a la joven estrella HD100546, que se encuentra a unos 335 años luz de la Tierra, y se sorprendió al encontrar lo que parecía ser un planeta en proceso de formación, aún metido en el disco de material que rodea a la joven estrella.
«Se cree que podría ser un gigante gaseoso como Júpiter», dijo ESO en un comunicado.
Las teorías actuales afirman que los planetas gigantes crecen al capturar parte de los restos de gas y el polvo que permanecen tras la formación de una estrella, pero nunca ha sido posible observar este proceso en directo.
La estrella HD 100546 ha sido muy bien estudiada hasta la fecha, según el ESO, y se ha sugerido que ya tiene un planeta gigante a una distancia seis veces mayor a la que separa la Tierra del Sol.
Este segundo candidato a planeta se encuentra en «las regiones exteriores del sistema, unas diez veces más alejado» que el otro.
«Hasta ahora, la formación planetaria ha sido un asunto abordado principalmente con simulaciones por ordenador», dijo en un comunicado la astrónoma Sascha Quanz.
«Si nuestro descubrimiento es ciertamente un planeta en formación, por primera vez los científicos podrán estudiar de forma empírica el proceso de formación planetaria y la interacción de un planeta en formación con su entorno natal en un estadio muy temprano», agregó.
El hallazgo fue gracias al VLT y a un instrumento de medición de la longitud de onda infrarroja.
Según Adam Amara, otro miembro del equipo, «la investigación exoplanetaria es una de las más nuevas y emocionantes fronteras de la astronomía, y la imagen directa de planetas es todavía un campo emergente que se va a beneficiar mucho de los recientes avances en instrumentación y en métodos de análisis de datos».
El VLT se encuentra en el Paranal, un observatorio operado por la ESO que está ubicado a 2.600 metros de altura, cerca de la ciudad de Antofagasta (unos 1.360 km al norte de Santiago).
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo.
Quince países apoyan esta institución: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza.