El reconocimiento de las amas de casa y de los trabajadores autónomos dentro del Código Laboral ecuatoriano, es una aspiración que se discute desde tiempo atrás.
El borrador del proyecto, presentado el 1 de mayo, cuenta con esta iniciativa; sin embargo, no precisa qué efectos prácticos tendría.
Respecto a los trabajadores autónomos, es decir sin relación laboral, el documento, en el artículo 3, dice que se los «excluye del ámbito regulador de este Código», pero en el artículo 4 se expresa su reconocimiento «como factor de desarrollo económico y social», por lo que «gozarán de la protección del Estado en la forma prevista en la Constitución y las leyes».
Francisco Vacas, exministro de Relaciones Laborales, quien participó en la elaboración del documento, indicó a este Diario que lo que se busca, en primera instancia, es definirlos, pues estos grupos no se encuentran regulados por ninguna normativa. (LEA EL PROYECTO DE CÓDIGO LABORAL)
Patricia Villamarín, experta en derecho laboral, consideró que lo que se puede inferir de este documento es que busca su acceso a la Seguridad Social.
Ahora, si bien este tema es un anhelo de vieja data, tiende a caer en punto muerto porque la forma de ejecución aún resulta incierta.
Villamarín recordó que en diciembre, con la resolución 464 del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), se trató de incorporar la obligatoriedad de la afiliación para todas las personas con las prestaciones completas, es decir, préstamos quirografarios e hipotecarios, riesgos del trabajo, servicios de salud, entre otras, pero esta fue derogada. En aquella ocasión la polémica se centró en el porcentaje del 20,5% de aportación sobre el salario básico.
Condiciones
Roberto Aspiazu, miembro del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), enumera 3 preguntas básicas que preocupan a su sector: en qué condiciones accederán a la seguridad social, con qué nivel de aportación y cuál será su cobertura.
Para Vacas, los aspectos de quién afilia y quién aporta no se definirían en este Código, sino en una nueva Ley de Seguridad Social.
A criterio de Patricia Villamarín, la razón por la cual hasta este momento no se concretan tales reformas es que resulta complejo determinar quién cubriría el resto de la aportación, pues por un lado se le impone un porcentaje del 20,65% y «no habrá manera de que ese trabajador autónomo pueda cubrirlo», pero si es menor será al Estado al que le corresponderá asumir.
Dada esta posibilidad, la experta consideró que las prestaciones que se brinden a estos grupos podrían ser las básicas, es decir, salud y jubilación, porque de ampliarse traería un severo desequilibrio económico en el IESS.
Amas de casa afiliadas
En el caso de la afiliación a las trabajadoras no remuneradas del hogar, las voces a favor no proceden de gremios ni ministerios, sino del interior de algunos hogares.
Villamarín cuestionó la capacidad del ama de casa de acceder a todas las prestaciones del IESS, principalmente préstamos, ante la duda de quién pagaría ese seguro, pero Oliva, por ejemplo, aseguró que él estaría dispuesto a asumir los aportes de su esposa.
Según el IESS, actualmente existen 8,4 millones de ecuatorianos afiliados.
El sector empresarial se encuentra esta semana analizando el texto, que es motivo de debate.