El autor confeso de la matanza que dejó 93 muertos en una isla cerca de Oslo (Noruega) el pasado viernes, reconoció los hechos en su primera comparecencia ante un tribunal, pero se negó a declararse culpable. El sujeto aseguró que quiso defender a su país del Islam y del marxismo cuando disparó contra los jóvenes del partido Laborista que gobierna en la nación. Anders Behring Breivik, de 32 años, acudió este lunes al tribunal de Oslo para su primera comparecencia luego de los hechos que conmocionaron a su país y al mundo. La juez a cargo, Kim Heger, dijo que el acusado reconoció los hechos pero sin declararse culpable. Behring permanecerá dos meses en prisión preventiva, de los cuales uno estará en aislamiento total. En la comparecencia reveló que existen “otras dos células” en la organización ultraderechista que dirige y confesó que cometió la matanza para a su país y a Europa contra el islam y el marxismo. El comisario de la policía noruega, Sveinung Sponheim declaró a medios que tras la audiencia de este lunes, el poder judicial puede renovar el periodo de encarcelación de Breivik. Sponheim señaló que la nueva audiencia se celebraría al finalizar el primer período de detención. Pese a haber confesado su autoría en la masacre, Breivik aún es considerado sospechoso y, según el sistema judicial noruego, no podrá ser inculpado hasta el final de la investigación policial, detalló el funcionario. “Reconoce los hechos pero no reconoce su responsabilidad criminal”, declaró a medios el comisario Sponheim.