Luego de que el pasado lunes el Banco de Guayaquil notificara a sus dependientes el descuento de 787 dólares por concepto de devolución de utilidades, las autoridades iniciaron la investigación del tema para establecer la legalidad de esta acción.
Así lo confirmó el ministro de Relaciones Laborales, Francisco Vacas, en la red social Twitter. «Estamos investigando denuncias en Banco de Guayaquil sobre descuentos por anticipos en utilidades del 2012», escribió el funcionario.
La misma acción adoptó la Superintendencia de Bancos. Esta entidad de control realiza una investigación para luego ofrecer un pronunciamiento oficial.
Esta situación fue corroborada por la propia entidad financiera, que en un comunicado publicado en su perfil en Facebook asegura que ha pasado información a la Superintendencia de Bancos y al Ministerio de Relaciones Laborales.
Justificación
«Al 31 de diciembre de 2012, el Banco de Guayaquil obtuvo una utilidad después de impuestos de $35'421.225, de los cuales el 15%, por ley, corresponde a sus colaboradores», indica el texto.
«En el año 2012, por el impacto ocasionado por varias medidas de conocimiento público, las utilidades reales del Banco fueron menores a lo presupuestado, por lo cual el total del anticipo entregado a los colaboradores fue superior a lo que legalmente correspondía», añade el boletín.
Además, la entidad financiera indica que ofrece a sus colaboradores un anticipo mensual de las utilidades anuales, «que se proyectan en base al resultado obtenido en el año inmediato anterior».
Según ellos, esta situación creó un desfase. «Para beneficiar a nuestros colaboradores se ha propuesto que el exceso anticipado por las utilidades de 2012 sea compensado a través de un fondo fiduciario conformado por aportes mayoritariamente entregados por el propio Banco». Este es un fondo de ahorro que se le crea a cada trabajador al ingresar a la empresa.
El banco aporta con el 3% del sueldo del empleado y éste hace lo propio con el 0.5%. «Para el ejercicio de 2013 se mantendrá el beneficio de anticipar las utilidades, en proporción al resultado obtenido el año anterior», detalló el banco en el texto.
El supuesto desfase ocasionó que a los empleados se les hiciera firmar dos documentos en los que autorizaban el descuento de su fondo de ahorros.
En un correo firmado por el vicepresidente de Recursos Humanos del Banco de Guayaquil, Carlos Hahn, se explica que la reducción de las utilidades obedece a la aplicación de la Ley Orgánica de Redistribución de los ingresos para el área Social.
Esa norma fue aprobada por la Asamblea Nacional el 20 de noviembre de 2012 y grava las utilidades de los bancos para financiar el incremento del bono de desarrollo humano, que pasó de 35 a 50 dólares. La ley también limitó el sueldo de los banqueros.
El plazo que Hahn dio para que todos los empleados firmasen las cartas de autorización culmina hoy. En las redes sociales se ha hecho evidente el malestar, tanto de los empleados como público en general, por la acción del banco.