Medios oficiales somalíes revisaron la cifra de víctimas mortales del atentado dinamitero el martes contra un complejo de oficinas gubernamentales en esta capital, reivindicado por la milicia islamista Al Chabab.
Versiones iniciales estimaban en un centenar el número de muertos, pero un vocero oficial dijo que hasta el mediodía habían sido contabilizados 70, incluidos cinco heridos que fallecieron camino al hospital y medio centenar de heridos, algunos muy graves.
La acción fue ejecutada por un comando cargado de explosivos, precisó el portavoz policial coronel Abdulahi Hassan Barise en declaraciones a la prensa en la escena del atentado.
Siempre según el ponente, la mayoría de las víctimas letales son estudiantes que habían acudido a rendir exámenes y funcionarios del Gobierno Federal de Transición.
Al Chabab, que se propone imponer en Somalia el imperio de la ley islámica (charia), se adjudicó la autoría del atentado en un comunicado difundido a través de su página web, en el cual afirma que la acción estuvo dirigida contra “el gobierno apóstata”.
La operación ocurre en medio de una crisis nacional debido a la sequía que devasta a este desgarrado país del este africano y que tiene en peligro de muerte a millones de personas.