El pleno de la Asamblea Nacional de Panamá aprobó ayer con 59 votos, el proyecto que deroga la polémica Ley 72 que facultaba al gobierno a vender tierras del Estado en la zona franca del país, en la provincia de Colón, origen de violentas protestas que dejaron muertes, detenidos y saqueos.
El reclamo por su derogación fue unánime desde antes de que el Mandatario Ricardo Martinelli la sancionara, pero aún así la firmó y a las pocas horas desapareció del país para iniciar una gira asiática de la cual regresó hoy en la madrugada.
La represión policial, para lo cual el gobierno movilizó a sus efectivos de la frontera, dejó cuatro muertos, un número aún no determinado de heridos y cientos de detenidos, solamente 238 el último día en la capital donde se produjeron los principales asaltos a comercios y saqueos.
La oposición política y las organizaciones sociales culpan al régimen por sancionar la ley que la gente no quería, por mantenerla vigente durante casi 10 días de virtual guerra civil, y de provocar esta última pues estaba consciente de que sucedería.