Tras la reunión de trabajo que mantuvieron los integrantes de la Veeduría Internacional que vigilará el proceso de reforma de Justicia en el país, Baltasar Garzón, coordinador de la Comisión de Alto Nivel aseguró que sus integrantes actuarán con independencia e imparcialidad en este proceso al que calificó como histórico.
En una entrevista para El Ciudadano, Garzón señaló que el proceso de reforma judicial que se emprende en Ecuador está bien fundamentado en el papel y, por ello, ahora hay que humanizarlo. Asimismo, destacó que mantendrán un diálogo abierto con todos los actores del sistema de justicia.
A continuación la entrevista completa:
CY.- ¿Este fin de semana se reunió la Comisión de Veeduría Internacional? Cuáles son las acciones y la metodología que va a emplear para avanzar con el proceso de reestructuración de Justicia en el país?
Baltasar Garzón.- Los veedores internacionales hemos elaborado el acta correspondiente que va a recoger las competencias y los objetivos que la Veeduría Internacional va a desarrollar en el acompañamiento de la evaluación de la reforma de la Función Judicial en el Ecuador. En la fase inicial se elaborará un programa de visitas y entrevistas que irá desarrollándose a lo largo de los meses próximos en concordancia con el equipo nacional técnico que se pondrá en funcionamiento en diciembre.
De esa manera, hacer una visión integral de la Función Judicial y de la propia reforma, atendiendo a todos y cada uno de los actores que tienen algo que ver en el desarrollo de la misma, desde la instituciones del Estado, los colegios profesionales, la participación ciudadana, las organizaciones sociales, medios de comunicación, Gobierno y con todos aquellos que tengan algo que decir y opinar y con esos insumos, a más de la documentación que se recopile, emitir una recomendación final con una serie de recomendaciones fundamentadas y explicadas para que puedan ser útiles al Consejo de la Judicatura, las instituciones y la ciudadanía.
¿Se ha determinado un plazo específico para que la comisión que se reúna y evalúe el proceso, o como será este mecanismo?
No hemos definido estrictamente cuál será pero lo tendremos en las próximas semanas. Pero si habrá dos informes parciales de procedimiento y desarrollo de las acciones de la Veeduría en periodos de tres o cuatro meses, lo que también supone visitas periódicas de los diferentes miembros de la veeduría y no necesariamente todos a la vez.
Vamos a tratar, en la medida de lo posible, que no todos los veedores actúen a la vez, sino en visitas espaciadas y de esa manera se extiendan más los efectos y obtener más información que permita alcanzar resultados positivos. Para enero estará listo el cronograma de visitas de los veedores internacionales.
¿Cómo se coordinará el trabajo con los veedores nacionales?
Interactuando entre las dos coordinaciones, en este caso junto Carolina Escobar de Guatemala, coordinadora adjunta de la Comisión Internacional y los representantes de la comisión nacional. Todo de una manera ágil, nada formal, incluso interactuando a través de las redes sociales y usando mecanismos como la video conferencia, todo con el fin de obtener los datos de primera mano y de carácter general.
Pretendemos reunirnos con todos para que nuestra opinión sea lo más fundada posible y de esa forma pueda contribuir en algo al proceso, verdaderamente importante que está viviendo la Justicia ecuatoriana.
Como usted conoce el pedido de reforma del sistema judicial es un mandato popular. ¿Cuál cree usted, que es la parte más importante de esta reforma?
Desde mi punto de vista la Función Judicial debe regirse como constitucionalmente está establecido, por la legalidad, independencia e imparcialidad. Pero la agilidad en la administración de Justicia, la motivación y la aproximación de este sistema en los ciudadanos es fundamental, los ciudadanos y ciudadanas lo que necesitan es que se resuelvan sus problemas, más allá de eventuales contiendas políticas que puedan existir en otros sectores. Por eso, la acción de la justicia tiene que ser rápida, eficaz, motivada y tiene resolver los problemas.
En base a esto, yo tengo que decir que la reforma que en Ecuador se está produciendo, sobre el papel reúne todos los requisitos para que se pueda producir. Ahora bien, será la implementación de esa reforma y la convicción de aquellos que tienen que ponerla en marcha la que va a determinar si va a triunfar o no.
¿Se combinará este trabajo con un sistema de gestión público calificado y de alto nivel?
Absolutamente. Yo soy de la opinión que este sistema de evaluación pública no solo tiene que ser en la justicia, sino en toda la función pública. Los funcionarios de justicia o de cualquier otro ámbito son los espejos en los que se mira la sociedad y si esos espejos no están limpios, entonces vamos mal. Por tanto, no tenemos que olvidar que los funcionarios de la administración judicial son servidores públicos, por tanto están al servicio de los ciudadanos y, en este sentido, la evaluación es necesaria.
¿Tienen ustedes algún referente de reforma judicial que se haya aplicado en otros países y que sirva para la base de esta evaluación?
Yo creo que es una reforma histórica que aglutina instituciones que existen en la mayoría de países democráticos, estas son juzgados, tribunales, mecanismos de solución alternativa, instrumentos judiciales de protección y una especialización bastante avanzada sobre el tema y que es lo que se pide en cualquier sistema judicial, pero insisto ese es el papel y si este no se carga de humanidad y de los mecanismos y medios adecuados, puede fracasar y eso genera frustración en los ciudadanos.
Por tanto la responsabilidad aquí en el Ecuador con un sistema judicial que se pretende muy ambicioso y protector de los ciudadanos y con mecanismos de control muy rígidos es mucho mayor.
Existe una compensación económica para los miembros de la comisión, pero esta cubre más bien aspectos de carácter logístico, sin embargo hubo quienes dijeron que esta compensación podría crear un vínculo entre el Ejecutivo y la comisión para las propuestas que ésta emita y no garantizaría la autonomía del proceso.
El acto de constitución de la veeduría dice que los veedores actuarán bajo los principio de independencia e imparcialidad, con autonomía y sin ninguna vinculación con ningún organismo nacional o internacional. La acción tiene que ser independiente, los gastos evidentemente que tienen que ser cubiertos, no somos ciudadanos ecuatorianos y hay personas que utilizan su tiempo y demás, pero ese no es un elemento determinante de modo alguno y evidentemente ninguno de los integrantes de la veeduría con un acrisolado currículo va a someterse a ningún tipo de influencia y eso está fuera de toda duda.