En los primeros tres meses de 2011, la banca pública ecuatoriana colocó 412,8 millones de dólares en créditos tanto para obras de infraestructura local, como para proyectos productivos y habitacionales.
De este monto, según cifras oficiales, la Corporación Financiera Nacional (CFN) entregó 120 millones en créditos a favor de 4.663 beneficiarios; el Banco Nacional de Fomento, 108,7 millones; Banco del Estado, 91,4 millones dólares; y el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), 92,7 millones (no se incluye el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ni al Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas).
En 2010, una cifra similar se alcanzó en los cinco primeros meses del año (430,9 millones de dólares), lo que muestra que año a año mejore el rendimiento de los recursos que manejan los bancos públicos del país, explicó la Ministra de la Política Económica, Katiuska King, quien destacó que esto permite dinamizar la economía, impulsar el sector productivo y generar fuentes de empleo.
Para el analista económico y catedrático de la Universidad Católica del Ecuador, Diego Mancheno, la entrega de créditos “en virtud de que permitan apalancar actividades productivas contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo”.
Para el experto, es necesario saber hacia dónde se están destinando estos recursos porque “no se trata de ofrecer por ofrecer créditos, sino de hacerlo de manera sistémica (…) Es necesario crear políticas de crédito conjunto de tal manera que su aporte permita apalancar el viraje estratégico del aparato productivo”, sostuvo en diálogo con ANDES.
El Banco Nacional de Fomento (BNF) ha otorgado un 75% para créditos de desarrollo, 14% en microcréditos, 5% para el Plan 555 (préstamos de 5.000 dólares, a cinco años plazo, con 5% de interés); y 3% para Desarrollo Humano. El índice de morosidad es de 11,08%, frente al 13,06% de diciembre de 2010.
Ramón Chnagoluisa, campesino del cantón Mejía, ubicado a 50 minutos de la capital ecuatoriana, destacó los créditos entregados por el BNF. “Estos créditos han permitido que podamos cultivar, hacer trabajar a las tierras vagas y tener algo de que vivir”, señaló.
El analista económico y catedrático universitario, Fidel Márquez, dijo a ANDES que uno de los aspectos positivos de la entrega de créditos es, justamente, la generación de empleos. “Los préstamos para los artesanos, agricultura, o los que entrega la CFN coadyuvan a generar empleo e ingresos para los pobres porque el objetivo es que la gente viva mejor”.
De acuerdo con datos de la CFN, hasta la fecha se han logrado crear 3.952 fuentes de empleo directo y 1.066 empleados indirectos. Esta entidad ha entregado un 50% en préstamos directos, un 8% para el plan Renova (para renovación de vehículos de transporte público), 10% para comercio exterior; y 28% para créditos de segundo piso.
En cuanto a los créditos que otorga el Banco del Estado, el 76,8% fueron destinados a los Municipios para proyectos de desarrollo favoreciendo a 158 de los 221 cantones del país.
Márquez explicó que es saludable que el ahorro del país se esté destinando a proyectos de desarrollo que, incluso, basados en la constitución, priorizan la economía social y solidaria (…) Si bien son pequeños montos, si se ven de forma global, permiten empujar el crecimiento económico”, anotó.