El lunes pasado la Vicepresidencia de Recursos Humanos del Banco de Guayaquil comunicó a sus empleados que les descontarán 787,98 dólares que recibieron como anticipo de utilidades.
Empleados de la institución financiera han denunciado en las redes sociales esta situación. Un trabajador que pidió mantener en reserva su nombre por temor a represalias, contó que la entidad financiera paga las utilidades mensualmente y si hay una diferencia lo completan en abril, mes en que las compañías reparten entre sus colaboradores las ganancias.
A partir del lunes a los empleados los obligaron a firmar dos documentos de autorización para debitarles los 787 dólares de un Fondo de Pertenencia al que todo trabajador aporta obligatoriamente con el 0,5% de sus ingresos mensuales y la empresa abona el 3% del salario.
Este dinero solamente es entregado una vez que los trabajadores se desvinculan de la entidad, según la fuente. «Una carta autorizando al fideicomiso para entregar los valores al banco y otra al banco autorizando para que tome ese valor del fideicomiso», narró el afectado.
Desde mayo de 2012 los trabajadores recibían mensualmente los 172 dólares por utilidades adelantadas, pero a partir de marzo ese valor será de 106 dólares. Al trabajador le justificaron la medida por la Ley de Equidad Tributaria que destina una parte de las utilidades de los bancos al financiamiento del incremento del Bono de Desarrollo Humano y que fue aprobada en diciembre pasado.
Carlos Hahn, vicepresidente de Recursos Humanos de la entidad, firma el correo electrónico que fue enviado a los empleados en donde explica la reducción de utilidades y ordena a los mandos medios del banco que hagan firmar las autorizaciones a sus subalternos hasta mañana. «Las cartas adjuntas deben ser firmadas por cada uno de tus colaboradores y enviadas a recursos humanos de tu regional hasta el día jueves 14 de marzo», aclara Hahn.
«Es importante recordar que en 2012 la utilidad neta del banco fue de 34 millones de dólares, mientras que los pagos por concepto de impuestos y contribuciones ascendieron a 33 millones, 97% de la utilidad generada. Esto, en términos prácticos, significa que por cada 100 dólares que ganamos como banco, el Estado obtiene 97 dólares», se explica en una presentación repartida al interior del banco y a la que tuvo acceso este diario.
Frente a eso, los empleados en su mayoría han firmado la autorización por temor a perder sus trabajos. Este diario intentó comunicarse con los directivos del Banco de Guayaquil, pero nadie contestó.
Tito Palma, exviceministro de Trabajo, manifestó que el pago de utilidades mensualmente no es recomendado, aunque no existe una prohibición detallada en la ley. «Hay empresas que disfrazan los ingresos de sus empleados porque les entregan un rubro adicional fijo haciendo parecer que sus sueldos son mayores, pero solo simulan un pago mayor», explicó el experto.
El ex funcionario aclaró que el pago anticipado de las utilidades no es un derecho adquirido, salvo que se lo establezca como ingreso simulado. «Este tema debe ser analizado para evitar que sea parte de una irregularidad», recomendó y recordó que las utilidades deben cancelarse en abril.
Con esto coincidió Kléber Alvarado, abogado laboral y exlíder sindicalista. Él rechazó esta medida porque atenta contra los empleados que ya utilizaron el dinero. El jurista explicó que el único descuento que se puede hacer es por pensiones alimenticias.
La Superintendencia de Bancos y Seguros actualmente revisa el caso para analizar la legalidad de la medida. Lo mismo hace el Ministerio de Relaciones Laborales.