El Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco del Vaticano, publicó este martes por primera vez en su historia sus cuentas, según las cuales registró un beneficio neto de 86,6 millones en 2012 que cuadriplica el de 2011.
Este beneficio, permitió al IOR realizar una contribución de 54,7 millones al presupuesto de la Santa Sede.
Por primera vez, el banco dio a conocer sus resultados en un informe anual publicado en su nueva página web, prueba de la nueva política de transparencia que el Vaticano quiere para un banco muy criticado por su opacidad en el pasado.
«Somos fieles a nuestro compromiso de garantizar la transparencia de nuestras actividades, respondiendo a las expectativas legítimas de la Iglesia católica, de las autoridades vaticanas, de nuestros clientes, de los bancos con los que nos relacionamos», explicó el alemán Ernst von Freyberg, presidente de la institución desde febrero.
En 2012, los clientes confiaron 6.300 millones de euros de fondos al IOR, indicó el comunicado.
El presidente prevé para 2013 un balance «marcado por gastos extraordinarios vinculados al proceso de reforma y reorganización en curso y por los efectos producidos por la subida de las tasas de interés», añadió.
El papa pidió reformar el IOR en el marco de una revisión de las estructuras del Vaticano.
El IOR gestiona miles de cuentas, principalmente de sacerdotes, religiosos, obispos, congregaciones, que actualmente son controladas por consultores externos. El banco también sirve para hacer circular los fondos necesarios para las obras de la Iglesia en el mundo entero. Pero su opacidad permite que el dinero negro, especialmente el de la mafia, se blanquee en el IOR.