El papa Benedicto XVI llegó a Castel Gandolfo, localidad ubicada al sureste de Roma, en cuyo palacio apostólico se alojará temporalmente desde hoy, día escogido para oficializar su renuncia al ministerio pontificiario.
El helicóptero en el que viajó desde el Vaticano aterrizó en el helipuerto de la Villa Pontificia a las 17h24 horas local (16h24 GMT).
Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano, ente que gestiona el pequeño estado, y el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato.
Desde el balcón del Castel Gandolfo, el Obispo de Roma realizó su último acto público, al saludar a los miles de fieles reunidos en la plaza homónima para darles un último adiós.
«Con todo mi corazón les doy la bendición, seguimos trabajando juntos por el bien del señor y por el bien de la Iglesia», expresó a los vecinos de pueblo y a devotos venidos de toda Italia y del extranjero.
«Ya no soy el pontífice, sino un peregrino más», manifestó el primer Vicario de Cristo en renunciar en los últimos 600 años a los seguidores que aún después de su retirada continuaron congregados como muestra de respeto y conmoción.
Según precisó Saverio Petrillo, director de las Villas Pontificias, Benedicto XVI vivirá durante unos dos meses en el apartamento que siempre ha ocupado, hasta el fin de la restauración del monasterio de monjas de clausura ubicado dentro del Vaticano donde residirá definitivamente.
Como Camarlengo, corresponderá a Tarcisio Bertone dirigir los asuntos de la Iglesia a partir del momento en que se haga efectiva la renuncia de Benedicto XVI como papa a las 20h00 hora local (19h00 GMT), momento en que iniciará la sede vacante hasta la elección de su sucesor.
Desde el inicio ese período, durante el cual el Colegio Cardenalicio deberá elegir al próximo Obispo de Roma, Benedicto XVI recibirá el título de Papa Emérito o Romano Pontífice Emérito y vestirá con sotana blanca simple.
Por su parte, el anillo del Pescador será anulado, es decir, rasgado con una raya o una cruz con el fin de que quede inutilizable, y el Vaticano cerrará la cuenta de Twitter @Pontifex, al menos hasta que se elija a un sucesor.