Juan Narváez, director de Desarrollo Productivo del Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria (IEPS), destacó que la connotación que le da el Gobierno Nacional al Bono de Desarrollo Humano es distinto a la ayuda económica que se daba en años anteriores, pues explicó que se trata de dignificar la vida de las personas de bajos recursos económicos, incluso precisó que el cambio en el nombre le da otro sentido, pues antes se denominaba Bono de la Pobreza.
Informa que el Gobierno Nacional promueve el acceso a Créditos de Desarrollo Humano, como una herramienta que genere procesos asociativos y sustentables económicamente,
Narváez recordó que esta propuesta de entregar una cantidad de dinero mensual a las personas se creó en la década de los noventa como una de las políticas del Banco Mundial, que buscaba ofrecer viabilidad para los sectores menos beneficiados económicamente.
El representante del IEPS explicó también que en la actualidad se busca implementar una corresponsabilidad con las personas que reciben el Bono de Desarrollo Humano, en ese contexto ejemplificó, que en el caso de una madre de familia que tenga hijos entre los 0 y 5 años de edad deben cumplir con los controles médicos y las vacunas, de forma periódica; o en el caso de tener hijos entre los 6 y 18 años de edad asegurar su educación.
Con estas medidas, según dijo Narváez, se busca romper el círculo de la pobreza, pues una población que cuenta con educación y/o salud podrán tener más oportunidades.
“El Crédito de Desarrollo Humano rompe el asistencialismo porque apuesta a generar procesos de emprendimientos productivos, en los que las personas receptoras del Bono de desarrollo Humano pueden generar más recursos de lo que reciben con el bono”, precisó.