El volcán Tungurahua lanzaba este miércoles bramidos y cañonazos que hacían vibrar ventanales, así como ceniza que caía sobre varias poblaciones, indicó el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Durante la madrugada «se escuchó constantes bramidos y algunos cañonazos de intensidad fuerte» que produjeron una leve vibración de ventanales en la zona de Guadalupe, 14 km al noroeste del coloso, señaló el organismo en su más reciente comunicado.
Agregó que en la mañana de hoy se reportó precipitación de ceniza con lluvia en sectores poblados cercanos y del suroeste como El Manzano, Palitahua, Cahuají y Choglontus.
El Instituto Geofísico apuntó que el martes por la noche se observó a simple vista la presencia de material incandescente en el cráter y su expulsión mediante bloques que rodaron 1 km por los flancos.
El martes por la tarde, el organismo enfatizó que «la actividad se mantiene entre moderada y alta» y que continuaba la emisión de gases y ceniza que formaban columnas de hasta 3 km de altura.
El fino polvo volcánico se adhiere fácilmente a la vegetación de las zonas afectadas, causando problemas a la alimentación del ganado, de acuerdo con el organismo.
La reactivación del volcán obligó a las autoridades a declarar el pasado domingo la alerta naranja para las aledañas áreas pobladas.
El Tungurahua («garganta de fuego» en lengua quichua), de 5.016 metros de altitud y situado a unos 80 kilómetros al sur de Quito, pasa por uno de sus episodios periódicos de alta actividad, que se intercalan con lapsos de relativa calma, desde que iniciara el actual proceso eruptivo en 1999.