El Gobierno brasileño estudia una medida para obligar a las multinacionales que ofrecen acceso y servicios en Internet a almacenar sus datos en Brasil y no en el exterior, anunció el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, en entrevista con el diario O Estado de Sao Paulo.
«Lo ideal es que esas empresas mantengan sus registros en el país para que puedan estar disponibles en caso de que la justicia brasileña los solicite», aseguró Silva en la entrevista con el diario paulista.
El ministro admitió que dicha medida no formaba parte del proyecto de ley para regular la Internet que el Gobierno estudia hace varios meses y que presentará a consideración del Congreso, pero que se hace necesaria ahora, tras el escándalo provocado por las denuncias de espionaje del exanalista de la NSA Edward Snowden.
El funcionario afirmó que el almacenamiento de los datos en el territorio nacional es un asunto de soberanía nacional debido a que las empresas de Internet se están negando a ofrecerle datos a la justicia brasileña con la disculpa de que sus archivos no están en el país.
El ministro citó la reciente negativa de Google a entregar copias de un correo electrónico a un tribunal que investiga un caso de lavado de dinero. «Con esas denuncias (de Snowden) vimos que ellos (las empresas) entregan todo. Aquí alegan que no pueden hacerlo», afirmó.
Silva dijo que Brasil ya había ofrecido incentivos para que las empresas mantuvieran sus centros de datos en el país, pero que ahora intentará garantizar esa transferencia por la ley.
«Creamos incentivos para que los centros de datos se instalasen en Brasil y les suspendimos todos los impuestos sobre la compra de equipos, pero creo que ahora vamos a tener que obligarlos a almacenar los datos aquí», afirmó.
Reacción en Bolivia
El ministro de la presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, se quejó de que los funcionarios del Gobierno no pueden comunicarse «ni por celular ni por Internet», porque son espiados por EE.UU.
Quintana, exmilitar y brazo derecho de Morales, ratificó las denuncias hechas el sábado por el mandatario, quien aseguró en un acto público que los servicios de inteligencia norteamericanos tienen acceso a los correos electrónicos de sus ministros.
Entrevistado por la red de medios gubernamentales, Quintana afirmó: «No solamente estamos vigilados sino que, además, estamos sistemáticamente violados por estos servicios de espionaje que todos los días nos recortan la libertad de comunicarnos libremente».
Según el funcionario, «estamos pasando a una especie de cárcel, de celda. Y, siendo inocentes, tenemos derecho de rebelarnos».
Agregó que urgen reformas al sistema jurídico mundial, para que estos hechos de espionaje sean investigados y sancionados. «Esto tiene que producir nuevas reglas internacionales en el marco de las Naciones Unidas».