El primer ministro británico, David Cameron, volvió este jueves a advertir de que existe el riesgo de una ruptura del euro si la eurozona no resuelve pronto la crisis de la deuda y se mostró a favor de la emisión de eurobonos.
Cameron se refirió a la grave crisis en Grecia y su impacto en Europa durante un discurso ante empresarios en Manchester (norte de Inglaterra), un día después de que ya avisara en la Cámara de los Comunes de la posibilidad de una ruptura de la zona euro.
En su intervención, el «premier» advirtió hoy de que su país no sería «inmune» a las consecuencias de un eventual colapso del euro, pero aseguró que hará «todo lo que sea necesario» para proteger al Reino Unido y garantizar la estabilidad de su sistema financiero.
Cameron dijo que la eurozona necesita aplicar medidas conjuntas, como la emisión de eurobonos, para que haya una «ayuda colectiva» que permita poner fin a la especulación sobre el futuro del euro.
«La eurozona está en un cruce de caminos. Se repone o se enfrenta a una ruptura», puntualizó Cameron.
«Si Europa no tiene una eurozona comprometida, estable, exitosa, con un cortafuegos, con bancos bien capitalizados y regulados, un sistema de reparto de la carga fiscal y una política monetaria de apoyo, entonces estaremos en un territorio inexplorado que trae consigo enormes riesgos para todos», agregó.
En su opinión, la UE tiene que poner en marcha reformas estructurales para atender sus problemas de baja productividad y también la falta de un dinamismo de las economías.
Además, se mostró a favor de que los países con economías mejor saneadas -en clara referencia a Alemania, el único país de la UE que ha registrado crecimiento- ayuden a apuntalar a las más débiles.
El primer ministro insistió en que al Reino Unido le interesa que la eurozona resuelva la crisis de la deuda.
Ante las críticas de la oposición laborista de que las medidas de ajuste aplicadas por el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas son muy duras, Cameron defendió la necesidad de continuar con ellas para ayudar al país a salir de la recesión.
En octubre de 2010, cinco meses después de llegar al poder, Cameron aplicó un duro programa de recortes de gastos en el sector público a fin de reducir el déficit presupuestario, que en marzo alcanzaba el 6,4 % del Producto Interior Bruto (PIB).