La campaña de reelección de Barack Obama sufre una fuerte caída de las contribuciones procedentes de los grandes donantes, informó ayer el diario The New York Times.
Según el diario, el descenso, que se registra en las áreas de grandes contribuyentes que acudieron a donar dinero masivamente al entonces senador demócrata hace cuatro años, hace que la recaudación de la campaña con miras a los comicios de noviembre esté actualmente por detrás de los niveles que lograba a estas alturas en 2008.
Ello ha suscitado, agrega, “creciente preocupación entre sus asesores y simpatizantes”, ante la perspectiva de los fondos que puedan obtener los republicanos y sus grupos de simpatizantes paralelos, conocidos como “Super PAC” y que pueden recaudar dinero sin las limitaciones que la ley impone a los órganos políticos oficiales.
Según cita el diario a uno de los principales recaudadores para la campaña, que pidió el anonimato, “están sintiendo la presión… Van por detrás de lo que esperaban. Hay que contar con que los súper PAC republicanos contarán con más de 500 millones de dólares”.
Debido a esto, indica el diario, Obama se ve obligado a depender más de los militantes de base, cuyas donaciones de pequeña cuantía han representado más de la mitad de lo recaudado hasta ahora.
La campaña ha percibido alrededor de $ 196 millones, frente a los 235 de hace cuatro años. Este descenso se ha visto equilibrado por una mayor recaudación del Partido Demócrata, en parte debido al mayor número de actos realizados.
Obama ha celebrado más de un centenar de actos de recaudación de fondos conjuntos con el Partido Demócrata, más de los que participó George W. Bush en su campaña de 2004.
El gran desafío serán los próximos meses, apunta el diario, que explica que para recaudar tanto dinero como en 2008, a la campaña debería ingresar cerca de $ 70 millones al mes. En marzo ingresó $ 53 millones.