Un aspecto a mejorar en el Campeonato Nacional de Fútbol Femenino 2013 es la asistencia médica para las integrantes de los clubes, tema que los organizadores pretenden solventar para la segunda fase.
Aunque reglamentariamente el club local debe asumir la responsabilidad de brindar socorro con un galeno en cancha, lo ideal es contar con una ambulancia, situación que para los clubes capitalinos ha sido difícil de solventar.
El inconveniente son los costos, según Amílcar Mantilla, presidente de la Comisión de Fútbol Aficionado (Confa) de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) en Quito. La presencia de una ambulancia representaría entre 400 y 600 dólares por partido, valor insostenible para organismos amateurs.
De los 16 conjuntos que estelarizaron la primera etapa de la justa, solo cuatro son de la Sierra, todos de Quito. Con ellos compitieron cuatro de Guayaquil, dos de Los Ríos, uno de Manabí, uno de Santo Domingo de los Tsáchilas, uno de Esmeraldas, uno de la zona tropical de Cañar, uno de Pastaza y uno de Napo.
Las que menos dificultades tuvieron en la altura capitalina fueron las chicas de Rocafuerte de Guayaquil, quienes incluso le ganaron a Espuce en Sangolquí. Sin embargo, equipos como La Troncal Unida de Cañar, Conaviro de Guayaquil o Nuevas Estrellas de Esmeraldas no rindieron a plenitud.
Por citar un caso, el 27 de julio, en duelo de la cuarta fecha del grupo B, Universidad San Francisco goleó 5-0 en Cumbayá a La Troncal Unida. Los tantos se anotaron en el primer tiempo. Las visitantes evitaron más goles en el segundo tiempo, pero eso implicó un esfuerzo enorme que dejó sin aire a sus integrantes.
Las más afectadas fueron las jugadoras Érika Zapata, Rosa Moncada y Andrea Avellán, quienes reaccionaron gracias al uso del tanque de oxígeno dispuesto por Universidad San Francisco.
Ricardo Zumba, directivo de la entidad cañarense, se quejó y dijo que cuando San Francisco visitó La Troncal, el conjunto dueño de casa sí contó con una ambulancia.
Al respecto, Miguel Ortega, coordinador de Rocafuerte, expresó no entender por qué existe tanta diferencia de precios cuando de contratar una ambulancia se refiere. Los clubes de Quito se lamentaron porque la cifra mínima es de 400 dólares, en tanto en Guayaquil se tiene el servicio por 100 dólares.
Rocafuerte pactó con la empresa Clave Médica y por ese valor contó con ambulancia en todos sus cotejos de local. «Ningún club podría pagar 400 o 600 dólares, considerando que se tenían dos partidos promedio de local por mes», reflexionó.
No obstante, Ortega opinó que con las chicas de algunos representativos no se realizó una adecuada preparación física, pues un buen trabajo en ese sentido minimiza los efectos de la altura.
Sobre una posible solución, Mantilla indicó que el Ministerio del Deporte estaba dispuesto a gestionar con el Ministerio de Salud la prestación de ambulancias. Aspira a una respuesta positiva. Aclaró, eso sí, que la atención médica es tarea de los elencos participantes.
Otros ajustes que deben hacerse al certamen femenino, a criterio de Mantilla, son los de orden económico. Se refiere a que el presupuesto entregado por el Ministerio del Deporte (190.000 dólares) no cubrió la totalidad de las necesidades.
Explicó que el Ministerio se basó tal vez en rubros establecidos en otros torneos o disciplinas, pero confía en que esta primera experiencia servirá para optimizar la planificación de cara a 2014, cuando se espera contar con más recursos.
Por ejemplo, los 50 dólares para gastos de camerino no alcanzaron. Los costos de vendajes, bebidas rehidratantes, vitamina B, etc., demandaron más dinero.
Agregó que los dirigentes de los clubes deben buscar auspicios y ser autosuficientes, porque no siempre se tendrá el apoyo del Ministerio que, a su parecer, ha dado un gran impulso al fútbol femenino.