Los cancilleres de Brasil, Celso Amorim, y de Ecuador, Ricardo Patiño, mantuvieron este jueves una reunión en Brasilia, que sirvió para relanzar la relación bilateral luego de roces en 2008 y tratar sobre grandes proyectos de infraestructura y comercio.
«Hemos constatado una voluntad común de fortalecer nuestras excelentes relaciones que hemos tenido siempre y fortalecerlas ahora mucho después de esta visita que creemos que es muy positiva para nuestros dos países», dijo al término de la reunión el canciller ecuatoriano.
La expulsión de la constructora brasileña Odebrecht de Ecuador a final de 2008, a la que el gobierno de Rafael Correa acusó de incumplir un contrato para construir una gran hidroeléctrica, enfrió las relaciones entre ambos países.
El 13 de julio pasado, el presidente Correa anunció que Odebrecht aceptó las exigencias para reanudar las operaciones en Ecuador.
En Brasilia, los dos cancilleres trataron este jueves sobre grandes temas de la agenda bilateral: el comercio, con un gigantesco superávit para Brasil, y el eje de conexión fluvial y por carretera que debe unir el puerto ecuatoriano de Manta en el Pacífico a la ciudad amazónica de Manaus, con salida al Atlántico, informaron ambos en breve declaración a periodistas al término de la reunión.
El comercio Brasil-Ecuador aumentó 70% de enero a julio de este año, alcanzando 612 millones de dólares, de los cuales 578 fueron exportaciones brasileñas. Para intentar mejorar esa balanza, Brasil aprobó en 2007 exoneraciones fiscales para los productos ecuatorianos.
El canciller ecuatoriano agradeció a Brasil por las gestiones que ayudaron a retirar a las Islas Galápagos de la lista de Patrimonios Mundiales en Peligro, en una reciente reunión de la UNESCO, presidida por los brasileños en Brasilia.