Los cancilleres de Colombia, María ángela Holguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño, iniciaron hoy en la ciudad limítrofe colombiana de Ipiales una reunión que tiene como centro el problema de los miles colombianos que buscaron refugio al otro lado de la frontera.
La cita es la séptima bilateral de ambos Gobiernos desde finales de 2010, cuando los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Ecuador, Rafael Correa, acordaron el restablecimiento pleno de sus relaciones diplomáticas.
Ecuador rompió sus relaciones con Colombia en marzo de 2008 luego de que el Ejército colombiano bombardeara un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instalado en territorio ecuatoriano, acción que culminó con más de una veintena de muertos, entre ellos el segundo al mando en esta guerrilla, «Raúl Reyes».
«Desde que se inició el nuevo Gobierno de Colombia hemos podido apreciar esa especial consideración (…) por esa vocación integracionista y de amistad, de cordialidad en las relaciones entre nosotros», reconoció Patiño en un breve mensaje de apertura de la cita.
Para Colombia lo más importante es «seguir fortaleciendo, seguir ampliando las áreas en las que podemos cooperar juntos», expresó la anfitriona Holguín tras recordar que los primeros pasos para la plena normalización se dieron hace un año en el mismo escenario.
La Cancillería colombiana anticipó en Bogotá que los titulares de Relaciones Exteriores de uno y otro país revisarán hoy el plan de acción para los refugiados, elaborado en agosto de 2010 por una comisión binacional conformada por sus respectivos despachos.
La atención de colombianos en Ecuador, cuyo número se calcula en más de 53.000, y su posible retorno, ocupan dicho programa, cuya aprobación podrá darse en Ipiales, según la misma fuente.
El encuentro de cancilleres será el culmen de la Reunión de la Comisión de Vecindad e Integración Colombo-Ecuatoriana, que el pasado martes inauguró su décimo sexta edición en la población fronteriza, con 300 representes de los dos países.
Este comité no se reunía desde hacía cinco años, primero por diferencias de Quito con Bogotá por la aspersión aérea de glifosato sobre cocales en las zonas colombianas limítrofes y otros problemas, y después por la ruptura diplomática.
La economía, las infraestructuras, la salud, la energía y la cultura han sido algunos de los frentes abordados por este comité, que ha trabajado por separado en cinco equipos técnicos.
Uno de ellos, el energético, alcanzó el miércoles un acuerdo para generación de electricidad de origen geotérmico que será destinada a comunidades que no cuentan con este servicio.
La iniciativa beneficiará a poblaciones de la provincia ecuatoriana del Carchi y del departamento sureño colombiano de Nariño, al que pertenece Ipiales.
«Esperamos que los resultados de nuestro trabajo hoy sean exitosos», dijo Patiño.
En una evaluación parcial de la cita de la comisión binacional, la Cancillería colombiana apuntó que esta reunión «se realiza en un clima de confianza y entendimiento».
Colombia y Ecuador comparten una línea fronteriza de 586 kilómetros que también es afectada por la actividad de grupos armados ilegales colombianos, así como de narcotraficantes, traficantes de armas y otros contrabandistas.