Los daños provocados por las persistentes lluvias en el altiplano de la fronteriza provincia de El Oro obligaron al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal de Piñas en declarar a la ciudad en emergencia.
El alcalde Joseph Cueva, presidente del COE, se reunió la mañana de ayer con organismos de socorro para evaluar la situación. La resolución de la declaratoria fue remitida a la Gobernación de El Oro y a la Presidencia de la República para su aprobación.
Los aguaceros provocaron deslizamientos en los caminos vecinales que comunican con al menos cinco comunidades del cantón, ubicado en el noreste de la provincia. Las lluvias también destruyeron parte del sistema de agua potable y hasta el pasado fin de semana buena parte de la población permanecía sin el ministro del líquido. El desbordamiento del río Caleras dañó cultivos de café y caña, y afectó la infraestructura de las granjas avícolas. Según el Alcalde, al menos unas 150 familias de esos sectores estarían incomunicadas debido a los deslaves.
La mañana de este martes 26 de febrero, maquinaria de la Prefectura de El Oro y del Ministerio de Transporte y Obras Públicas proseguía en la remoción de tierras para despejar las vías colapsadas. El burgomaestre lamentó que las obras de prevención no se hayan concretado a tiempo por falta de recursos. «En la zona de riesgo hemos presentado más de 120 proyectos, que tienen el aval técnico de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, pero que no han recibido el financiamiento que corresponde».
En la ciudad, uno de los sectores con mayor riesgo es el conocido como La Tigrera, donde según el Cabildo hay varias viviendas «en peligro de colapsar».