Es lunes por la mañana y la amplia zona de parqueos del centro comercial Aventura Plaza, ubicado en las Av. Las Monjas y Carlos Julio Arosemena, en el norte, está casi llena de vehículos.
Restaurantes, centros de belleza, empresas de organización de eventos, bares, discotecas, consultorios médicos y locales de venta de artículos para hogar y oficina, conforman este sector comercial que tiene un total de 52 establecimientos.
Este espacio, que funciona desde hace 9 años, se vio perjudicado parcialmente cuando el 6 de diciembre de 2010 parte de la estructura del puente Las Monjas -que une ambas avenidas- colapsó y debió ser cerrado al tránsito vehicular.
Según su administrador, Horacio Pulley, este cierre afectó la parte logística, mas no la parte económica de este centro comercial.
“Cuando eso ocurrió, hace ya más de un año, emprendimos una campaña publicitaria contando a nuestros clientes por dónde debían ingresar, para que esto signifique la menor incomodidad posible. Por eso, siguieron viniendo y no tuvimos ningún problema. No somos un centro comercial de compras impulsivas, por lo tanto, el cliente ya sabe a lo que viene y acude directamente a aquello”, manifiesta Pulley.
El administrador explica que durante el tiempo en que el puente se mantuvo cerrado, todos los locales continuaron funcionando con normalidad, e incluso algunos decidieron ampliar sus instalaciones.
“Este es el caso del restaurante La Vaca en el Tejado, que montó otro local. El hecho de que durante este tiempo ningún local se haya retirado ni haya reportado pérdidas, nos da a entender que no les ha ido mal. Incluso ahora tengo todos los locales ocupados y no tengo espacio para alquiler”.
Desde diciembre de 2011, uno de los tramos (en el sentido Urdesa-Carlos Julio Arosemena) fue habilitado. Para Pulley, los más beneficiados con esta reapertura son los usuarios y la comunidad en general.
Sin embargo, varios de los empleados y administradores de los locales de Aventura Plaza aseguran que han visto un mayor movimiento luego de la habilitación de uno de los carriles del puente Las Monjas.
Jean Blum es administrador de uno de los locales de La Vaca en el Tejado y sostiene haber escuchado varias quejas de los clientes, respecto a lo complicado que se tornaba llegar al centro comercial, antes de la apertura del carril.
“Mucha gente se quejaba. Igual siempre hemos tenido clientela, pero sí representaba una incomodidad. Ahora es más sencillo y los clientes vienen más”, sostiene.
“Al principio, cuando el puente recién fue cerrado, sí fue complicado, las ventas y las visitas bajaron, pero poco a poco la gente se acostumbró. Ahora que está abierto un tramo es mejor para todos y se comprueba en el incremento de visitas al local”, expresa Grace Zambrano, administradora de Tempo, una tienda dedicada a la venta de muebles y artículos de decoración.
Los propietarios reclaman a las autoridades la finalización total de esta obra lo más pronto posible.