Tres países de Latinoamérica sufren las consecuencias de catástrofes que han provocado la muerte de más de 480 personas y la evacuación de cerca de dos millones de personas. Brasil y Colombia soportan inundaciones debido al incremento desmesurado de lluvias y Chile padece un incendio forestal que ha consumido 5 700 hectáreas.
Las inundaciones en las provincias de Río de Janeiro y Minas Gerais, sureste de Brasil, registraron la muerte de cinco personas y la movilización de 9365 damnificados. Al menos 52 municipios entraron a estado de emergencia.
“En las últimas 48 horas llovió lo que se calcula en un mes”, según informe de la Defensa Civil brasileña. El gobierno brasileño calcula que 404 personas perdieron sus casas en las inundaciones.
En la Patagonia chilena, un incendio causado en el parque nacional Torres del Paine, a unos 2 000 kilómetros al sur de Santiago. El cuerpo de bomberos evacuó a 700 turistas de la zona y cerró el parque como medida de emergencia.
Rotem Singer, un turista israelí de 23, años se entregó a las autoridades chilenas como responsable del inicio del fuego al quemar un rollo de papel higiénico. Al momento, 20 incendios se encuentran activos y las autoridades temen que los fuertes vientos registrados hagan más complicada la tarea de extinción.
Las inundaciones en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, y en distintas provincias del país han causado hasta el momento más de 477 muertes y casi dos millones de damnificados.
Dicho país sufre las consecuencias del fenómeno La Niña, que ha afectado al 10% de la población total del país. Según la Dirección de Gestión del Riesgo de Colombia (DGR), contabilizó además 45 desaparecidos y 572 heridos en 27 de los 32 departamentos.