El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) incorporará a su sistema de salud equipos que utilizan los beneficios de la energía nuclear, especialmente para detectar el cáncer. Uno de ellos es el Ciclotron, que empezará a funcionar el próximo septiembre en el hospital Carlos Andrade Marín de Quito.
El anuncio se realizó en el marco de la visita que el titular del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, realiza al Ecuador y en la que supervisa proyectos que el país mantiene con el organismo. Amano manifestó su interés en el control del cáncer en países en desarrollo como el Ecuador.
“Las muertes por cáncer suman más que por malaria, tuberculosis o VIH, y el 70 por ciento de personas que lo padece recibe tratamiento tardío”, manifestó en su visita a la casa de salud. Asimismo, recalcó que para el OIEA el tratamiento a esta enfermedad es una prioridad y que la energía nuclear sí puede ayudar en esta lucha.
En el caso del IESS, la cooperación del OIEA inició en 1986, con la donación de gammacámaras, que permiten la detección de tumores y otras anomalías.
El Ciclotron, valorado en diez millones de dólares, tendrá la facultad de detectar células cancerígenas con una rapidez mayor que otros aparatos. Se utilizará en oncología, pero también en cardiología, para analizar el metabolismo cardíaco y el flujo sanguíneo, y en neurología, para detectar tempranamente enfermedades como Parkinson, Alzheimer, epilepsia, entre otras.
El Ciclotron será parte del Centro de Medicina Nuclear que se instalará en Quito e incluirá otras máquinas como una Radiofarmacia, para producir medicamentos con última tecnología, y un mamógrafo que funcionará por emisión de positrones.
Este facilitará la detección de lesiones de mama de menos de cinco milímetros de diámetro, producirá imágenes en hasta tres dimensiones e incluirá un módulo de biopsia para localizar la lesión y extirparla directamente.
En el centro, de 2 230 metros cuadrados, también se incluirá tomografía que detectará tumores en cuatro dimensiones.
Para el jefe del departamento de Medicina Nuclear del hospital, Eduardo Rubio, esta implementación proporcionará avances significativos. “Con eso se demuestra que la energía nuclear puede tener fines positivos”.
Dos centros más de medicina nuclear, con características similares, se instalarán en las ciudades de Guayaquil y Cuenca y también darán servicio a pacientes no afiliados a través del Ministerio de Salud Pública y de un convenio con Solca, cuya especialidad es el tratamiento del cáncer.