La Cepal inauguró hoy en Brasilia la undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe y advirtió sobre las «alarmantes» desigualdades de género que persisten en la región.
En la apertura de la conferencia, fue presentado el informe «¿Qué Estado para qué igualdad?, que analiza las conquistas y carencias de la región con relación a la igualdad de género.
En particular, el informe apunta que en América Latina y el Caribe las mujeres dedican más tiempo que los hombres al trabajo doméstico no remunerado y señala que la carga laboral total también es mayor.
En la inauguración de la conferencia participaron la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena; la ex presidenta chilena Michelle Bachelet; el canciller brasileño, Celso Amorim y otras autoridades.
Bárcena subrayó al presentar el informe que no puede haber «igualdad laboral para las mujeres mientras no se resuelva la carga de trabajo no remunerado» en el hogar.
Por eso, «es necesario buscar una nueva ecuación virtuosa que incluya al Estado, al mercado y a las familias», apuntó.
En el caso de Brasil, las mujeres dedican un total de 56,6 horas semanales al trabajo mientras que los hombres ocupan 52 horas.
En México la diferencia entre los géneros es mayor y las mujeres dedican 76,3 horas por semana, frente a solo 58,4 de los hombres.
La tasa de participación económica femenina en las áreas urbanas de los países de América Latina y el Caribe aumentó de 42 por ciento a 52 por ciento entre 1990 y 2008.
Sin embargo, siguen siendo discriminadas en el mercado laboral y reciben salarios inferiores, dice la Cepal.
Por otra parte, en 2008 el 31,6% de las mujeres de 15 años o más en la región no tenía ingresos propios, mientras que solo el 10,4% de los hombres estaba en esa condición.
Asimismo, las mujeres superan a los hombres en materia de desempleo (8,3% frente al 5,7%), aunque la brecha salarial entre los géneros haya disminuido respeto a los años anteriores.
El documento de la Cepal recalca que, para lograr la igualdad laboral entre los géneros, es fundamental la conquista de la autonomía económica, física y política de las mujeres.
Eso implica también «políticas, prácticas, servicios que levanten la carga de los cuidados que pesa sobre las mujeres y les permita acceder al mercado laboral», indica.
En opinión de la Cepal, el acceso de las mujeres al mercado de trabajo sigue siendo «el punto ciego de las políticas públicas de América Latina y Caribe», pese a algunos avances en materias que ayudan a la igualdad de género.
Para corregir esa situación, la Cepal propone un camino a partir de tres ejes: un Estado garante de la titularidad de derechos, igualdad entre el sector público y el privado y redistribución del trabajo total entre hombres y mujeres a fin de promover una igualdad de género.
En lo que se refiere a la «cuota rosa» en los gobiernos de la región, sigue siendo inferior a la de los hombres, aunque en algunos países es más elevada, como en Granada (54,5%), pero en Argentina, Ecuador y Perú la representación femenina alcanza sólo al 30%.
La menor presencia de mujeres en el poder Ejecutivo (menos de 15%) se registra en Brasil, Haití, las Islas Caimán, Jamaica, Puerto Rico, la República Dominicana y Venezuela.
Existen también ejemplos de buenas prácticas, ya sea mediante reformas constitucionales (Venezuela, Ecuador, Bolivia y República Dominicana), así como a través de leyes o políticas específicas que incentivan la igualdad de género en el mundo del trabajo (Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, España, México y Uruguay).