El Consejo de Educación Superior (CES) dio a conocer este jueves el plan de fortalecimiento de la Universidad de Guayaquil que se basa en tres pilares: excelencia, gratuidad y transparencia. La presentación se llevó a cabo tras el diagnóstico respectivo que evidenció las irregularidades en esta institución, así como la intervención por parte de una comisión.
En la rueda de prensa, René Ramírez, presidente del CES, señaló que del presupuesto de este centro de educación superior, que supera los 180 millones de dólares, el 70% se destinaba a gasto administrativo. Esta universidad «tiene más presupuesto que todos los cantones del Guayas juntos, con excepción de Guayaquil», dijo.
De su lado, Jorge Khalil, quien preside la comisión interventora, indicó que algunos docentes cobraban sin dictar clases. «Docentes que llevan dos, tres, cinco años que ni siquiera pisan la universidad y que han venido cobrando sueldo», apuntó.
Las autoridades explicaron que el plan incluye la reestructuración de carreras universitarias, aumentar de 76 a 1.200 el número de maestros a tiempo completo con un sueldo promedio de 1.700 dólares, pasar de seis a 60 docentes con PHD. También se invertirá en tecnología e infraestructura.
Ramírez indicó que el monto para esta primera fase, «como habíamos señalado justamente en las áreas de formación académica, de investigación, vinculación con la sociedad, sistema administrativo y financiero, es de 42 millones de dólares». Añadió que si es necesario invertir más recursos se lo hará.
Por su parte, Enrique Santos, intregante de la comisión interventora, advirtió que «nuestro señalamiento claro es que va a haber cambios de al menos cinco cabezas».
Se informó también que se emprenderá un programa de becas para los 225 mejores estudiantes de los últimos cuatro años.
El también denominado plan de excelencia es de cumplimiento obligatorio:
MEJOR INVESTIGACIóN, PERTINENCIA EN LA OFERTA Y POSGRADOS DE CALIDAD
En el área académica se plantea ordenar la oferta actual de carreras conforme a la pertinencia nacional, es decir con criterios hacia la formación profesional y científica que demanda el país. Lo propio ocurre con la investigación, a la cual se pretende potenciar con la inyección de ingentes recursos para desarrollar programa y proyectos alineados con las áreas priorizadas por el interés nacional. Se busca una investigación que impacte visiblemente en la vida cotidiana nacional.
Se propone planes de perfeccionamiento docente y la creación de mayor y mejor oferta de posgrados. Otra de las estrategias es la garantía de procesos meritocráticos, a través de la apertura de concursos de oposición y méritos para la docencia. Se trata además de iniciar con un proyecto intensivo de «formación de la masa crítica de investigadores» en una articulación permanente entre los actores de la academia.
RECUPERACIóN DE INFRAESTRUCTURA FíSICA Y PLATAFORMAS TECNOLóGICAS PARA UNA GESTIóN EFICIENTE Y TRANSPARENTE
Otro de los pilares que propone el plan es la transparencia. En el área de gestión administrativa y financiera se plantea la redistribución de presupuestos por facultades con criterios de pertinencia acordes a las leyes nacionales que priorizan la calidad y premian la gestión eficiente de recursos.
Para garantizar la transparencia financiera se conformarán comités de ética, así como mecanismos permanentes de rendición de cuentas.
Además, un modelo integral de gestión por resultados para procesos académicos y administrativos, todo bajo un ordenamiento tecnológico y sistematizado. Se busca que desde las cuentas universitarias hasta el acceso a registros de notas u otros datos de interés de los estudiantes, docentes o investigadores sean automatizados y transparentes.
Para procurar el desarrollo de ambientes ideales para el aprendizaje, el plan apuesta por un mejoramiento radical de la infraestructura física y tecnológica.
Asimismo es reto de la comisión inteventora regularizar la normativa interna conforme a los reglamentos y leyes nacionales para viabilizar una serie de cambios dentro del Alma Mater.