Uno tras otro ingresaban los simpatizantes de CREO. Iban vestidos de blanco, cargando 40 cajas sobre sus cabezas. Las amontonaron frente a la ventanilla de la Contraloría General, en Quito. Así llegó César Monge para ampliar su denuncia contra Jimmy Jairala. Los funcionarios lo observaban con curiosidad y recelo. Eran las 10:45 de ayer.
La visita fue planificada y notificada: Monge viajó a la capital para colaborar en la investigación que adelanta esa institución. Él, candidato a la prefectura de Guayas por Creando Oportunidades (CREO), acusa al actual prefecto y aspirante a la reelección por PAIS, Jairala, de corrupción.
Monge recordó que la Contraloría desarrolló 33 informes sobre la administración de Jairala, en el ámbito de la construcción, y que se detectaron indicios de responsabilidad penal que fueron remitidos a la Fiscalía, en julio. Por eso, pidió que el fiscal Galo Chiriboga responda a los ecuatorianos por qué no ha iniciado aún la instrucción fiscal.
El candidato y presidente de CREO presentó una carpeta con información de ocho empresas de consultoría que fueron contratadas por la Prefectura, por un valor de 3,68 millones de dólares. Una «telaraña de empresas vinculadas entre sí (…) y todas pertenecen a la misma persona. Eso es corrupción», sentenció.
El político bautizó al caso como Alí Babá, porque hay cerca de 40 informes.
Otra vez, pidió al presidente Rafael Correa que explique cómo apoya a un candidato con una administración pública plagada de irregularidades, detectadas por la Contraloría. Cuestionó a las bases del oficialismo en Guayas: «¿esto es lo mejor de Alianza PAIS?».
En la Contraloría, la cita estaba prevista para las 10:00. Los colaboradores y candidatos de Pichincha llegaron por turnos. Roberto Gómez de la Torre, aspirante a prefecto, y los legisladores Andrés Páez y Patricio Donoso lo esperaban en la puerta. Los minutos transcurrían y Monge no llegaba. Alrededor de las 10:20, los miembros del movimiento CREO bajaron por la av. 6 de Diciembre hasta el parque El Ejido, para encontrarlo ahí.
Unos 20 minutos después, unas 50 personas, vestidas con camisetas blancas, subían por la misma avenida, rumbo a la Contraloría. Sostenían las cajas de cartón, forradas de naranja y con la leyenda: caso Alí Babá. Iban encabezados por Monge, Gómez, Donoso y otros miembros del movimiento.
Todos se abrieron paso hasta la sala de trámites ciudadanos de la institución, en donde depositaron su cargamento. Cada caja contenía la misma carpeta con información.
Una vez que Monge dejó la documentación, todos salieron con él. Los funcionarios se quedaron contemplando la montaña de cajas frente a las ventanillas de atención.