La protesta de estudiantes del martes en Chile dejó 396 detenidos y 78 heridos en todo el país, de acuerdo a un balance del gobierno.
La manifestación «arrojó un saldo de 396 detenidos a nivel nacional», mientras que «55 carabineros (policías) resultaron heridos tras las manifestaciones, y 23 civiles presentan lesiones de diversa consideración», informó el viceministro del Interior, Rodrigo Ubilla.
Agregó que del total de detenidos, 118 corresponden a Santiago y 278 a otras regiones, donde también hubo manifestaciones multitudinarias.
Ubilla condenó la violencia de los vándalos, al señalar que «lo que vimos ayer fue a estudiantes mezclados con lumpen que hizo destrozos de una envergadura pocas veces vistas».
En ese contexto, reiteró el llamamiento del Gobierno a los dirigentes estudiantiles, «a cambiar la calle por una mesa de diálogo constructiva».
«Hoy las encuestas y el país reclaman un cambio profundo, la pregunta es si son necesarias estas manifestaciones para valorar este cambio», añadió.
La jornada de protesta culminó anoche con un masivo «cacerolazo» en Santiago y otras ciudades que en general fue pacífico, salvo algunos casos puntuales en sectores periféricos de Santiago, donde según informó la Policía, grupos de vándalos trataron de saquear locales comerciales y de cometer otros desmanes.
La marcha del martes se une a una serie de manifestaciones estudiantiles que se realizan desde hace dos meses en demanda del fortalecimiento de la educación pública.