China lucha contra un vertido incontrolado de 1.500 toneladas de petróleo, causado por un escape en dos oleoductos y que ha creado una mancha que ocupa una superficie de casi cien kilómetros cuadrados cerca de las costas de Dalian, al noreste de país.
Más de una veintena de barcos que trabajan en la extracción del crudo han podido retirar de momento medio centenar de toneladas y además se han desplegado siete kilómetros de redes y corcheras para cercar el vertido, según informó hoy el periódico oficial «Diario del Pueblo».
La mancha se sitúa en la superficie de la zona en la que confluyen el mar de Bohai y el mar Amarillo, que separan China de la península de Corea.
Sin embargo, los expertos temen que la contaminación se extienda más. El departamento de Protección Medioambiental de Dalian ha colocado una treintena de recolectores de muestras para verificar que la contaminación no se expanda.