Cinco personas murieron hoy en Oklahoma tras el paso de hasta 121 tornados por el centro y el medio oeste de Estados Unidos, sin que se hayan confirmado más fatalidades aunque sí decenas de heridos, según informó la cadena CNN.
Las víctimas, entre ellos dos niños, perdieron la vida la mañana del domingo por heridas relacionadas con un supuesto tornado en la localidad de Woodward, en el noroeste de Oklahoma, según dijo a la cadena la portavoz de la oficina forense estatal, Amy Elliott.
Los niños murieron junto a su padre en una caravana, y las otras dos víctimas se encontraban en un coche cuando un tornado azotó Woodward, poco después de la medianoche del sábado, indicó la cadena.
La localidad, de unos 12.000 habitantes, es la más afectada de Oklahoma, y en ella se han registrado 37 heridos, incluidos varios en estado grave, según dijo a CNN su alcalde, Roscoe Hill.
«(El tornado) llegó en la mitad de la noche. A la mayoría nos encontró dormidos», dijo Hill.
De los heridos, 29 han sido trasladados a hospitales, según el director de gestión de emergencias de Woodward, Matt Lehenbauer.
Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, el Centro Nacional de Meteorología recibió 122 informes de posibles tornados que tocaron tierra en Oklahoma, Kansas, Nebraska y Iowa.
El temporal amenaza hoy especialmente a los estados de Wisconsin, Minnesota y Iowa, según señaló el Centro de Predicción de Tormentas federal, que ha rebajado su alerta de «alto riesgo» a «moderado».
Alrededor de 5 millones de personas en una franja que cubre desde Wisconsin hasta Texas se mantienen en alerta por el sistema de tormentas, que podrían llegar hoy a Chicago (Illinois), Saint Louis (Misuri) y Houston (Texas), entre otros núcleos de población.
La ola de tornados de esta madrugada dejó decenas de heridos y numerosos daños a edificios, como el hospital en la localidad de Creston (Iowa) o el aeropuerto de Wichita (Kansas), que ya se encuentra operativo.
Gran parte de la localidad de Thurman, en el oeste de Iowa, quedó destruida, pero no hubo que lamentar heridos ya que los 250 habitantes habían sido avisados a tiempo y muchos se refugiaron en el ayuntamiento, según la televisión Fox News.
En Kansas, el gobernador Sam Brownback declaró un estado de emergencia por desastre para agilizar la llegada de ayuda a las áreas afectadas por el temporal.
«Por lo que sabemos, no ha habido ninguna fatalidad en el estado», dijo Brownback a la cadena CNN.
El gobernador atribuyó la falta de víctimas mortales a la efectividad de los dispositivos de prevención y la antelación con la que el servicio meteorológico federal emitió la alerta de «alto riesgo», que empujó a la población a tomar precauciones.
La última vez que ese centro había emitido una alerta de alto riesgo fue en abril de 2011, cuando un devastador temporal arrasó el sur y el este del país dejando al menos 347 muertos en apenas una semana