Agentes de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) detuvieron la noche de ayer, miércoles, a cinco presuntos miembros de un red de narcotráfico.
Las investigaciones llevaron a los policías hasta el cuarto piso de un hotel de la capital y en el departamento 8 sorprendieron a los ahora detenidos. Allí encontraron 10 paquetes de clorhidrato de cocaína, maletas vacías, entre otras evidencias.
En el sitio se equipaba la droga para posteriormente trasladarla a la terminal aérea. «Camuflaban en maletas la droga y salían al exterior», indicó la fiscal Fanny Altamirano. Entre los detenidos constan dos ciudadanos cubano-canadienses, un holandés y los ecuatorianos Manuel Santillán y Santiago Erazo, este último trabajaba como distribuidor de combustibles para las aerolíneas en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito.
Según las investigaciones, Erazo era quien daba las facilidades para que las maletas con droga ingresen al aeropuerto y sean embarcadas en aeronaves con destino a Madrid (España) y Amsterdam (Holanda).
«Cogía las maletas de estos tipos y él se encargaba de irse al aeropuerto y entregar a donde él haya hecho el contacto, un hombre muy importante que tenía contactos internacionales», explicó un agente.
Momentos antes de la detención, Erazo había parqueado su auto en las afueras del hotel. Al hacer la inspección del vehículo la Policía encontró dinero.
El otro ecuatoriano, Manuel Santillán, registra una detención anterior por narcotráfico en 2.002, dentro del caso Armenia, en el que se incautaron dos toneladas de cocaína.