Las autoridades de Colombia pusieron hoy en manos de agentes del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) al considerado «último capo» colombiano, Daniel «El Loco» Barrera, quien es requerido por tres tribunales de EE.UU. bajo cargos de narcotráfico.
Dos agentes de la Policía Nacional lo escoltaron en su exhibición ante los medios, durante la que guardó silencio, y después lo acompañaron hasta un furgón en el que salió de las instalaciones del departamento de Antinarcóticos, ubicado en el complejo bogotano militar de Catam.
Barrera apareció sin su característica barba espesa, vestido con un pantalón oscuro, una camiseta polo de manga corta y un chaleco antibalas, y con un semblante aparentemente tranquilo.
Dos tribunales de Nueva York y uno del estado de Florida (EE.UU.) lo requieren en extradición por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes, al considerarlo responsable del envío a su país de centenares de toneladas de cocaína durante al menos dos décadas.
Según las investigaciones policiales, Barrera controlaba las rutas del narcotráfico en el este colombiano (Arauca, Meta, Vichada y Casanare), y sacaba la droga desde su país o Venezuela en barcos que hacían transición en Centroamérica, México, Brasil, Argentina, Uruguay y Panamá, con destino en Estados Unidos.
Asimismo, las autoridades sostienen que el capo compraba la droga a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y mantenía contratos con bandas neoparamilitares dedicadas al narcotráfico.