Hace cinco días los gobiernos de Ecuador y Colombia firmaron un acuerdo con el que se desiste del trámite jurídico que Ecuador había iniciado hace cinco años en contra del país vecino.
En el 2008, Ecuador presentó una demanda ante la Corte Constitucional de Justicia debido a que las fumigaciones con glifosato que realizaba Colombia en su territorio cruzaban la frontera por las corrientes de viento. Por este antecedente Quito consideró que se violaba su soberanía ya que se afectaban cultivos y la salud de los habitantes.
Una vez firmado el acuerdo, este proceso judicial deja de ejecutarse. Lo que se pretende con este convenio es organizar una agenda positiva que permita el desarrollo sostenible de la población de la zona de frontera. Con esto también se asegura una relación solidaria entre ambos países.
A esto, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos manifestó que «es una buena noticia para nuestra diplomacia, para Colombia y una muy buena noticia para nuestras relaciones con Ecuador y nuestras relaciones con la región. Entre menos pleitos tengamos, mejores serán las relaciones. Y hemos seguido nuestra filosofía: todo se puede solucionar mejor a través del diálogo».
Sin embargo el Comité Interinstitucional contra las Fumigaciones (CIF) no estuvo de acuerdo con tal convenio, pues indican que lo que se ha hecho es darle una «oxigenación política» a las relaciones entre Ecuador y Colombia. Al mismo tiempo aseguran que no existe ninguna garantía de que el gobierno colombiano respete lo acordado sobre las fumigaciones de glisofato que han llegado al Ecuador.
Por esta razón, el CIF pidió al estado ecuatoriano revisar el convenio firmado con Colombia en este tema. Según informó diario El Telégrafo, Lina Cahuasqui, miembro de la CIF, dijo que en Sucumbíos se afectaron más de 80.000 hectáreas, en donde 32.440 aún están destruidas. Por estos casos la CIF será veedor de todo el proceso que se inicie en este tema.