El lunes inició formalmente la semana de negociaciones del segmento ministerial en la Conferencia de Cambio Climático en Durban, Sudáfrica. Después de una intensa semana de negociaciones Ecuador considera que el panorama, por decir lo menos, es gris, incierto.
“En los corredores se siente una gran incertidumbre y los temas más importantes están muy lejos de resolverse”, sostuvo la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa.
Ecuador sostiene que uno de los temas fundamentales es el de la continuidad del Protocolo de Kioto a través de un segundo periodo de compromisos que garanticen- al menos en parte- la reducción de emisiones.
Sobre este asunto, las posiciones de los grupos principales de la negociación fluctúan entre la postura de la Unión Europea que señala que estaría dispuesta a un segundo periodo de compromisos bajo la condición que se establezca un mandato para negociar un régimen vinculante de mitigación que incluya a todos los grandes emisores.
Luego están Japón, Canadá y Rusia, quienes, a pesar de ser signatarios del Protocolo, se niegan a suscribir un segundo periodo de compromisos y plantean avanzar hacia un nuevo régimen legal. Los Estados Unidos, que no son signatarios del Protocolo no se oponen a un nuevo régimen de mitigación pero han enfatizado en que ese nuevo régimen deberá incluir a todos los países por igual, desarrollados o no, violando así el principio fundamental de la Convención que reconoce las responsabilidades comunes pero diferenciadas de los países en el cambio climático.
Los países en desarrollo, a pesar de ciertas diferencias en las formas y mecanismos, coinciden en la necesidad de un segundo periodo de compromisos y el mantenimiento de la vigencia e integridad del único instrumento legal que existe, con cifras y umbrales concretos en la reducción de emisiones para los países desarrollados, pero cuyo primer compromiso vence ya en el 2012. Solo si esto ocurre, se podría pensar en un futuro régimen más completo y eficaz.
El Ecuador coincide en la necesidad de evitar vacíos luego del 2012 que concluye el primer periodo de Kioto y en el sentido de preservar no solo el Protocolo sino la legitimidad y validez del sistema multilateral y del derecho internacional.
“No puede ser que establezcamos reglas y suscribamos compromisos multilaterales y que luego parezcan inconvenientes para algunos países y decidamos no cumplirlos y cambiarlos. Además está el problema obvio de cómo garantizar y verificar una disminución real y verificable de emisiones. La única forma es a través del establecimiento de una meta global y de cuotas claras de acuerdo a las emisiones de cada país desarrollado”, señaló Espinosa.
Agrega que “el escenario es incierto por el momento pero veremos la efectividad de las presiones de nuestros países del sur, de la sociedad civil mundial y de la opinión pública de aquellos que no están dispuestos a cumplir sus compromisos”.