Alembert Vera, abogado del presidente Rafael Correa, informó ayer que los conjueces Gerardo Morales, Leonidas Plaza y Geovanny Criollo negaron el pedido de recusación presentado la semana pasada por la defensa de El Universo.
De esta forma, el caso vuelve a la II Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), integrada por Luis Quiroz, Enrique Pacheco y César Salinas. Ellos deberán fijar hora y fecha para la audiencia de casación de la sentencia que obliga a los directivos del diario al pago de 40 millones de dólares y a cumplir tres años de prisión.
Sin embargo, El Universo, en su sitio web, indicó que los abogados del matutino presentaron un segundo pedido de recusación en la tarde de ayer.
Vera dijo que esto es ilegal y, de ser cierto, pidió a la Fiscalía actuar de oficio. Acusó a los demandados de incurrir en el delito de obstruir el trabajo de los jueces.
En la mañana, tras dos horas de reunión reservada, los conjueces elaboraron una providencia que fue entregada al mediodía al secretario relator encargado de dicha sala, Germán García, para que a su vez notifique a las partes, es decir, a la defensa del Presidente de la República y del medio de comunicación.
“Cualquier resultado se lo conocerá a través de los casilleros”, dijo en ese momento García.
El conjuez Gerardo Morales aseguró ser respetuoso de los mandatos legales, por lo que tampoco reveló el contenido de la sentencia. “Nosotros terminamos aquí nuestro trabajo, al menos que haya otra situación que se genere posteriormente”, señaló.
“Mientras esto no se agregue al proceso y no se notifique a las partes, lamentablemente nosotros no podemos pronunciarnos”, insistió.
La recusación fue presentada el pasado 6 de enero por el procurador jurídico de diario El Universo, Joffre Campaña, en contra de los jueces, quienes debían resolver el recurso de casación dentro del proceso penal que le sigue Correa a los directivos y a Emilio Palacio, ex editor de opinión del diario, por la columna “No a las mentiras”, en la que acusa al Mandatario de ordenar abrir fuego contra un hospital.