Cuatro personas, entre ellos tres niños, fueron asesinadas el lunes a balazos en una escuela judía en Toulouse. El presidente Nicolas Sarkozy describió los sucesos como una «terrible tragedia» y dijo que el país «no cederá ante el terror».
El presidente francés Nicolas Sarkozy calificó de «tragedia nacional» el asesinato a balazos de cuatro personas, entre ellas tres niños, en una escuela judía de Toulouse (suroeste) y decretó «un minuto de silencio el martes» en todas las escuelas de Francia.
El tiroteo se produjo minutos antes de las 08:00 de este lunes (hora local). Según testigos, el atacante abrió fuego contra un grupo de padres y niños que esperaban la apertura del colegio judío Ozar Hatorah, situado en el barrio residencial de Joliment, y posteriormente se dio a la fuga en una moto.
Las víctimas son un profesor de la escuela y dos de sus hijos, así como la hija del director. Otras cinco personas resultaron heridas, entre los que se encuentra un adolescente en estado muy grave.
El asesino al parecer utilizó dos armas, una de las cuales llevaba munición del mismo calibre de la que se utilizó para matar a un militar el pasado día 11 también en Toulouse, y a otros dos en la vecina ciudad de Montauban el 15, precisó la policía.
Tanto el fiscal de esa localidad, Michel Valet, como el presidente Sarkozy, y el ministro del Interior, Claude Guéant, pusieron en evidencia las «similitudes» entre los tres hechos, aunque el jefe de Estado puntualizó que «es demasiado pronto» para sacar conclusiones.
Sarkozy, que suspendió un acto de campaña y se trasladó hasta el sitio del tiroteo, describió los sucesos como una «terrible tragedia» y «un ataque no sólo contra la ciudad sino contra toda la República francesa».
El mandatario indicó que el país «no cederá ante el terror» y anunció que las escuelas de confesión judía y musulmana serán objeto de una vigilancia especial.
Pero añadió que «nuestras escuelas deben seguir funcionando» y que los ciudadanos que quieran practicar su religión «en las sinagogas, en las mezquitas, en las iglesias, deben seguir haciéndolo».
En el terreno judicial, la Fiscalía de París anunció que haciendo valer sus competencias en materia antiterrorista se ha hecho cargo de la investigación tanto de los asesinatos de la escuela judía, como de las muertes de los tres militares en Toulouse y en Montauban.
En tanto que la Conferencia de Rabinos Europeos (CER) expresó su «tristeza» y «conmoción» por los hechos y ha instado a incrementar la seguridad de las instituciones judías en toda Europa.
De su lado, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, calificó el crimen de «odioso» e «intolerable» y envió sus condolencias a las familias de las víctimas.