El doctor Conrad Murray que atendió a Michael Jackson en sus últimas horas de vida, ha sido condenado este martes, a cuatro años de prisión por homicidio involuntario. Es la pena máxima posible para un caso de homicidio involuntario, según ha decretado el juez Michael Pastor de la Corte Superior del condado de Los ángeles.
«No ha dado muestra de ningún remordimiento», ha declarado también el juez Michael Pastor, en su declaración explicando la pena. La Corte ha determinado que le corresponde la pena máxima, ha concretao Pastor porque «Murray abandonó a su paciente que tenía confianza en él, un paciente vulnerable». Ademas, el juez ha recalcadado que «Murray mintió repetidas veces, fue deshonesto e hizo todo lo posible por ocultar sus transgresiones» y ha añadido que el cardiólogo de Jacskon «violó la confianza de la comunidad médica y de su paciente. Es y sigue siendo peligroso»
Fue el pasado 7 de noviembre cuando conocimos el veredicto popular de la Corte Superior del condado de Los ángeles. Los doce miembros del jurado encargado del juicio por la muerte de Michael Jackson declararon entonces culpable de homicidio involuntario al médico de Michael Jackson por el fallecimiento del artista en junio de 2009. El jurado ordenó la detención de Murray.
El jurado, formado por siete hombre y cinco mujeres. se puso de acuerdo sobre el veredicto en la segunda jornada de deliberaciones. Las deliberaciones comenzaron el viernes 4 de noviembre y los doce miembros del jurado necesitaron tan sólo diez horas para acordar el veredicto.
El juicio por la muerte de Michael Jackson empezó el 27 de septiembre de 2011, más de dos años después su muerte, víctima de una intoxicación causada por un anestésico de uso hospitalario llamado propofol.
El fiscal culpó a Murray de administrar a Jackson la dosis letal de ese anestésico hospitalario, mientas que la defensa, por su parte, recalcó que fue propio Michael Jackson, al que describieron como adicto a esa sustancia, quien se la inyectó.