Desde que Andrés tenía 8 años iba todas las tardes al Conservatorio Nacional de Música, en Quito. Ahora, con 16, es especialista en violín. Joven y alegre, cuenta que ya tiene el título de bachillerato técnico que ofrece la institución, en donde actualmente hay 1.000 estudiantes en las áreas inicial, media, bachillerato y superior.
Andrés, sin embargo, escuchó que habrá algunos cambios, a los que no les pone mayor cuidado. Confía en que nada lo afectará. Lo mismo percibe su amiga Fernanda, también violinista.
Raúl Escobar, director del Conservatorio, asegura que a partir de los nuevos reglamentos que emitieron la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), la estructura de ciertas instituciones debe rearmarse para mejorar la calidad educativa superior.
En ese sentido, el Conservatorio Superior Nacional de Música, que ha funcionado como una unidad educativa en la que existe el nivel básico, bachillerato y nivel superior y que respondía al Ministerio de Educación, será dividido.
Así, el Conservatorio Superior de Música se separará del nivel básico y del bachillerato y estará a cargo de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), pues se trata de una institución de tercer nivel.
Este además se articulará con la Universidad de las Artes. La otra entidad, el Conservatorio Nacional de Música, estará compuesta por el nivel básico y medio y será administrada por el Ministerio de Educación y tendrá una categoría de colegio de artes, explicó el director.
El Senescyt y el Ministerio de Educación preparan junto a otras entidades privadas y públicas las mallas curriculares que deben establecerse en estas instituciones educativas reestructuradas.
De acuerdo con Guevara, la separación tiene “un inconveniente en el artículo 82 de la Ley de Educación Superior”, ya que éste determina que para el ingreso a una institución superior los requisitos son: realizar un examen de admisión y obtener el título de bachiller general, el mismo que no entrega el Conservatorio Nacional.
El director explicó que en esa institución se otorgan dos títulos: uno de bachiller técnico de música y otro de tecnólogo en música, lo que dificulta el ingreso a una institución superior.
Los jóvenes que obtienen estos títulos ingresan al conservatorio a los 7 y 8 años, y mientras estudian música también cursan el colegio.
El inconveniente surge porque para ingresar a una universidad, por ejemplo a la de Artes, necesariamente hay que tener el título de bachiller general, pero como los chicos terminan 3 y 4 años antes que en los colegios, se crea un desfase.
Una solución a ello es extender los años de bachillerato en el conservatorio, a criterio del rector. Para Galo Nina, subsecretario de Formación Técnica y Tecnológica, Artes, Música y Pedagogía, el tema de conservatorios es “complejo”, pero aseguró que trabajan en ello.
Reconoció que en 2012 se dio más prioridad a carreras técnicas y tecnológicas de producción que a las de pedagogía, arte y música, y así manifestó que en éste último campo hubo un avance del 20%. “Hemos avanzado, pero nuestra idea sería a más tardar a mediados de año tener una política clara y definida al respecto. Nuestra proyección sería que a finales de año se pueda presentar un proyecto de inversión para ser ejecutado a partir de 2014, año en el que pueda implementarse una reconversión del ámbito pedagógico de música y artes”, manifestó.
El subsecretario explicó que en el tema de conservatorios deben establecerse reuniones con algunas entidades del Estado como el Ministerio de Educación, el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano para encontrar una solución al tema.
Informó, además, que el Ministerio de Talento Humano tiene un acuerdo con Alemania, país que cuenta con experiencia en el ámbito artístico musical para dar asesoramiento. El apoyo consiste en apuntalar “las mallas curriculares de nivel técnico y tecnológico con un sistema dual, metodología que permite que se pueda estudiar y trabajar en porcentajes iguales en este campo”, indicó.
Una de las prioridades de la Subsecretaría es que las mallas curriculares contemplen el estudio de prácticas artísticas ecuatorianas.
Otra de las metas para este 2013 es analizar las necesidades para la creación de carreras adicionales en el ámbito del arte y dentro de ese marco establecer cuáles tienen que ser técnicas o de tecnología.