Al cierre del año 2010 la calificación del Gobierno es positiva en todas las regiones y zonas del país, destacándose las provincias de la costa y de la sierra con menor población que expresan un respaldo en ocasiones superior al 80%, mientras en el sector urbano la calificación alcanza el 71%, según un estudio de la empresa Santiago Pérez Investigaciones (SP). Uno de los factores que influyen en el respaldo es el contacto directo del gobernante con la población.
De acuerdo al análisis Reseña Anual Opinión Pública Ecuador (OPE), luego del 30 de septiembre, (día en que se registró una sublevación policial que derivó en intento de golpe de Estado) la calificación del Gobierno ha subido un promedio de 5 puntos con respecto al promedio del período anterior, entre junio y agosto.
SP señala que entre otras, las razones asociadas a la calificación positiva tienen que ver con los programas sociales, en especial el Bono de Desarrollo Humano (BDH), las mejoras en la educación y salud, la obra pública, la campaña de comunicación tanto en propaganda, como en información a través de medios públicos y el contacto directo del gobernante con la población.
Justamente el pasado 11 de diciembre se emitió el Enlace Ciudadano Nº 200. En los enlaces radiotelevisados, el mandatario desarrolla un ejercicio de rendición de cuentas a sus mandantes.
El estudio de Santiago Pérez indica que en el 2010, el Gobierno experimentó el punto más bajo y el punto más alto de los últimos 3 años: enero y octubre, respectivamente. Explica que las razones están fuertemente asociadas a los racionamientos eléctricos, para el descenso de enero, y con la sublevación o golpe de estado del 30 de septiembre, en la cifra inusual del 2 de octubre (75-24). En ambos casos, el Presidente Rafael Correa fue un protagonista de primera línea, marcando de manera decisiva las opiniones y percepciones sobre su Gobierno en general, sostiene SP.
Asimismo expone que los puntos débiles son los segmentos socioeconómicos medio alto y alto, pero también los habitantes de las zonas más pobres.
El Gobierno tiene dos fuentes de descontento: las personas que sienten que no han mejorado sus condiciones de vida, que tienen los mismos o peores problemas que antes, y los que le profieren antipatía y repudio por su estilo, ideología y prácticas políticas, señala el trabajo de SP.
Sobre los hechos del 30 de septiembre, se desprende que “la Policía perdió la poca credibilidad que tenía”. Las personas que responden “No confío nada en la Policía Nacional” pasan del 16% en marzo, al 20% en julio, al 22% en septiembre y al 34% en octubre (luego del 30S). Las personas que confían Mucho en la Policía están históricamente por debajo de la línea del 10%, se desprende del estudio.