Corea del Norte reafirmó este miércoles su «derecho legítimo» a lanzar cohetes con fines civiles y afirmó que seguirá con su programa espacial a pesar de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, a quien no le reconoce autoridad en la materia.
«Poco importa lo que digan los otros, seguiremos ejerciendo nuestro derecho legítimo a lanzar satélites», declaró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
Estas declaraciones se producen luego de que Corea del Norte lanzara este miércoles con «éxito» su cohete Unha-3 de largo alcance, que ha logrado poner en órbita por primera vez en su historia un satélite de observación.
El satélite Kwangmyongsong-3 (Estrella brillante-3) circula alrededor de la órbita polar a entre 500 y 600 kilómetros de altitud aproximadamente y posee dispositivos de reconocimiento y comunicación para la observación de la tierra, indicó la agencia norcoreana KCNA.
La agencia estatal calificó la operación como un «logro digno de orgullo» del Partido de los Trabajadores, brazo político del régimen comunista. Añadió que la noticia fue recibida en la capital, Pyongyang, con celebraciones de los ciudadanos.
En el lanzamiento de hoy, la primera de las tres fases del cohete cayó en el Mar Amarillo a unos 45 kilómetros al sur de la base, según los radares desplegados por Corea del Sur, mientras la segunda se precipitó en aguas cercanas a Filipinas, a unos 2.600 kilómetros de distancia del punto de partida.
En el ámbito internacional, tanto Corea del Sur como EE.UU. reconocieron el éxito del lanzamiento norcoreano, al admitir horas después que el objeto desalojado por el cohete Unha-3 había entrado en la órbita terrestre.
Sin embargo, tanto estos dos países como China y buena parte de la comunidad internacional emitieron duras declaraciones de condena a la acción de Corea del Norte, ya que la consideran una prueba encubierta de misiles balísticos que viola dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La Unión Europea por ejemplo amenazó con adoptar nuevas sanciones. «La UE considerará una respuesta apropiada con sus principales socios (…) incluyendo posibles medidas restrictivas adicionales», indicó la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en un comunicado.
El de hoy es el segundo lanzamiento de un cohete Unha-3 bajo la era del joven Kim Jong-un, asentado en el poder desde la inesperada muerte en diciembre de 2011 de su padre, Kim Jong-il.
El primer intento de lanzar el Unha-3 el pasado abril finalizó en un fracaso al caer el proyectil en pedazos al mar. Anteriormente, el país comunista realizó otros tres lanzamientos de proyectiles de largo alcance en 1998, 2006 y 2009.