El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció este jueves en su intervención en la 37 Asamblea de la UNESCO, la existencia de un orden mundial «injusto» e «inmoral» que antepone el capital financiero al ser humano y que beneficia a los países ricos y penaliza a los pobres.
«Necesitamos menos caridad y más justicia, evitando la privatización del conocimiento (…) un impulso fundamental para el desarrollo de las naciones más pobres», sostuvo Correa en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) situada en París, Francia.
Correa aseguró que el problema del desarrollo «no es técnico, sino político», y subrayó que «la superación de la pobreza es el mayor imperativo moral que tiene el planeta».
Arremetió contra el sistema de patentes como casos de productos farmacéuticos, y contra la contaminación medioambiental de los países altamente industrializados.
Mientras los Estados ricos son los grandes productores de ciencia y tecnología, otros como Ecuador producen «bienes ambientales» de los que se benefician todos y no recibe ninguna compensación, sostuvo.
«Hoy algunos piden que no se explote el petróleo de la Amazonía, pero eso conlleva costos inmensos por los ingresos no percibidos. Imagínense que la situación fuera la inversa (…) Seguramente ya nos habrían invadido para obligarnos a pagar una compensación», lanzó Correa.
En esta oportunidad, el mandatario citó expresamente el ejemplo de la petrolera estadounidense Chevron, demandada por comunidades indígenas por contaminación en la zona amazónica ecuatoriana.
El presidente expuso que la empresa estadounidense está realizando una campaña de desprestigio contra el país, mientras siguen abiertas varias causas en La Haya y Nueva York tras el fallo que obliga a la petrolera a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares por negligencia en operaciones entre 1964 y 1992 en Ecuador.
En ese sentido cuestionó que las transnacionales petroleras puedan llevar a un Estado soberano a un centro de arbitraje, sin tener que agotar las instancias jurídicas internas.
Recordó que «de forma inaudita» un tribunal arbitral se declaró competente y ordenó detener la sentencia dictada contra la petrolera en las cortes ecuatorianas.
«Es necesario denunciar al mundo cómo estos tratados atentan contra nuestra soberanías, cómo esos centros de arbitraje están absolutamente cooptados por las transnacionales, y cómo en este orden mundial tan injusto, el capital tiene más derechos que los seres humanos», apuntó.
Correa indicó que sobre la supuesta limpieza que Chevron alega haber realizado en las zonas afectadas, «los invitamos nuevamente a que visiten Ecuador y vayan a meter su mano en las centenas de piscinas dejadas por Texaco, para que saquen esa mano llena de brea, 20 años después de que la petrolera salió del país y supuestamente hizo remediación ambiental», dijo.
Foto: Presidencia de la República