El presidente Rafael Correa criticó ayer los actos de violencia en los exteriores de la Asamblea Nacional. «No somos ingenuos», advirtió el Mandatario, quien afirmó que su gobierno está preparado para asonadas golpistas. El jefe de Estado cuestionó que si los opositores querían dialogar porque los enfrenamientos.
El Mandatario dijo que el objetivo de la marcha de la oposición siempre fue desestabilizar el Estado de Derecho. «Esa gente no pasará nunca más», comentó Correa desde una tarima en la Plaza Grande, donde se concentraron sus simpatizantes. Por eso, dijo, se convocó a los ciudadanos a defender la democracia. Al mismo tiempo el gobernante destacó el trabajo de la Policía Nacional, que mantuvo el orden en Quito.
Y es que minutos antes, indígenas y participantes de la marcha opositora se enfrentaron con la Policía Nacional a las afueras de la Asamblea Nacional. Los manifestantes intentaron entrar al edificio del Legislativo, por lo que los uniformados debieron emplear gas lacrimógeno para dispersar a los revoltosos.
Los manifestantes respondieron con palos y piedras, mientras policías montados trataron de imponer la calma, la cual regresó pocos minutos después.
Los incidentes estallaron luego que el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, volviera a invitar a los dirigentes indígenas que llegaron al Legislativo para pedir la creación de las leyes de Aguas y Tierras. En una rueda de prensa, Cordero indicó que estaba dispuesto a recibir a 35 representantes de los manifestantes para dialogar sobre sus exigencias.
Los opositores, que minutos atrás ya habían protagonizado incidentes con el cerco policial que custodiaba la Asamblea, pedían que Cordero baje a la calle para entregarle un documento con un pliego de peticiones. El titular del Legislativo calificó como una indelicadeza esa solicitud. Reiteró su disposición a conversar con todos los sectores y advirtió que si es verdad que quieren entrar, que lo hagan.
En la Asamblea se encontraban legisladores de todas las bancadas políticas a la espera de una posible conversación. Los indígenas, liderados por la Conaie, llegaron a la Asamblea, luego de hacer una parada en el parque El Arbolito, pero tras la negativa de Cordero se retiraron. Fue en ese momento que se registraron los choques con la fuerza pública.
Mientras tanto, se supo en Carondelet que el presidente Rafael Correa delegó a la ministra coordinadora de la Política, Betty Tola y la secretaria de Pueblos, Mireya Cárdenas, para entablar contactos con los manifestantes. En la Plaza Grande siguen en vigilia los simpatizantes del régimen que llegaron a Quito para respaldar al régimen.