El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, subrayó hoy al inicio de su visita a Japón la «estabilidad política» de su país como el principal atractivo para que Ecuador se convierta en puerta de entrada de las empresas niponas en la región.
Correa remarcó las garantías y la seguridad jurídica que ofrece Ecuador, después de que el primer ministro japonés, Naoto Kan, le solicitara en la reunión que mantuvieron hoy una mejora del «ambiente de inversión» para los inversores japoneses.
Esta visita de tres días, en la que participan nueve ministros del Gobierno ecuatoriano, tiene como objetivo estrechar lazos con Japón para aumentar unas modestas relaciones tanto el ámbito económico como político.
El presidente ecuatoriano dijo en rueda de prensa tras reunirse hoy con Naoto Kan y el emperador japonés Akihito que «es hora de que Japón conozca la nueva época que está viviendo América Latina».
Correa destacó la complementariedad de las economías ecuatoriana y japonesa, especialmente en los sectores de recursos naturales y alimentación, en los que el país asiático es más dependiente del exterior.
«Ecuador puede ser la puerta de entrada para Japón y toda la cuenca asiática del Pacífico a América del Sur», indicó Correa, que destacó que Tokio es un socio potencial por su capacidad de financiación y su alto desarrollo tecnológico.
El presidente ecuatoriano, que visitará desde el miércoles Corea del Sur, dijo que la inestabilidad política en Ecuador debilitó las relaciones económicas y que esta situación se debió a modelos perversos e impuestos que aumentaron la desigualdad en el país.
Ecuador y Japón tienen unas modestas relaciones comerciales, con unas exportaciones de Ecuador a Japón en 2009 por valor de 164 millones de dólares centradas en productos frutícolas, pesca y madera, según el Ministerio nipón de Asuntos Exteriores.
Japón, por su parte exportó ese mismo año por valor de 506 millones de dólares especialmente maquinaria, automóviles y acero.