El presidente Rafael Correa reiteró este miércoles que Ecuador está abierto al diálogo, sin claudicar su soberanía y sin negociar los derechos humanos, en el caso del periodista australiano Julian Assange.
«Ecuador no negocia con principios fundamentales, con valores, en este caso con los derechos humanos del ciudadano australiano Julian Assange. Siempre, desde que en el mes de junio entró a nuestra embajada a solicitar asilo diplomático, hemos estado abiertos al diálogo y seguimos abiertos al diálogo», puntualizó.
Reiteró que su Gobierno nunca se ha opuesto a que Suecia investigue al fundador de WikiLeaks por los supuestos delitos sexuales de los que se le acusa, pero que se ha exigido la garantía de la no extradición a un tercer país, algo que no ha sucedido hasta ahora.
Ante la pregunta de una periodista sobre si ha mantenido algún tipo de conversación con el australiano, el Presidente explicó que la única vez que conversó con Julian Assange fue hace unos meses durante una entrevista vía Skype, para su programa que transmitía la cadena Russia Today.
También dijo que ante la posibilidad de que pueda permanecer por tiempo indefinido en la legación diplomática de Ecuador en la capital británica, se hará «lo posible para que su estadía sea menos incómoda dentro de las circunstancias».
«(…) Siempre hemos estado dispuestos (al diálogo) sin claudicar jamás nuestra soberanía, sin negociar cosas tan sagradas como los derechos humanos. Y en función de ese diálogo podemos llegar a lo que siempre se pidió: la garantía de la no extradición de Assange a un tercer país para que pueda contribuir al esclarecimiento de supuestos delitos cometidos en Suecia, o el otorgamiento del salvoconducto para que pueda salir de nuestra sede diplomática en Londres», reiteró el Jefe de Estado durante un conversatorio con medios internacionales.
El Primer Mandatario puntualizó que la apertura del Gobierno ecuatoriano a las conversaciones se da pese a la «intolerable» amenaza «explícita» de Gran Bretaña, y que de concretarse una irrupción a la Embajada de Ecuador en Londres implicaría la inmediata ruptura de relaciones con ese país europeo.
Agregó que al momento se están estudiando estrategias ante instancias judiciales internacionales para que se obligue a Reino Unido a otorgar el salvoconducto que permita al fundador de WikiLeaks ir hasta Ecuador.
También rechazó las amenazas de parte de senadores estadounidenses en el sentido de que se quitarían las preferencias arancelarias (Atpdea) por la decisión de otorgar el asilo diplomático.
«Que hagan lo que quieran, pero es una vergüenza, además se contradice pues la posición de los EE.UU., que dice que no tiene que ver en el caso Assange, entonces por qué van a tomar 'retaliaciones' por haber otorgado asilo», acotó.
«En todo caso hagan lo que les de la gana. Ecuador no vende su soberanía», agregó.
Explicó que las llamadas preferencias arancelarias fueron implementadas por el gobierno estadounidense a principios de los '90 como compesación a los países andinos por la lucha contra el narcotráfico y que con el tiempo se fueron convirtiendo en un «instrumento de chantaje: te portas bien o te quito el Atpdea».
«Quédense con sus preferencias arancelarias», manifestó el Primer Mandatario al señalar que si desean alguna contribución de Ecuador para la capacitación de ciertos senadores «en derechos humanos y algo de ética», que cuenten con esos recursos.
Respecto a las comparaciones del caso Assange con el del directivo de diario El Universo, Carlos Pérez, el Presidente aclaró que nunca se le negó un salvoconducto y que además no lo necesitaba, porque nunca tuvo orden de prisión. «Esto fue una pantomima para impresionar ingenuos que se refugiara en la embajada de Panamá, pero jamás pesó sobre él ninguna orden de arresto», dijo.
Añadió que si hubiera habido orden de arresto contra Pérez y hubiera estado asilado en la legación diplomática de Panamá, Ecuador sí habría otorgado el salvoconducto para que pueda viajar a ese país, porque así lo obliga la Convención de Caracas a todos los Estados de la región.
Correa también se refirió a la posible extradición del bielorruso Aliaksandr Barankov. Señaló que es un caso que está estudiando la Corte Nacional de Justicia (CNJ) y que no se pronunciará hasta que la decisión de esa instancia judicial llegue hasta sus manos para que pueda o no ratificarla.
«Esto es un Estado de Derecho, donde hay independencia de funciones», afirmó al reiterar que al ser un caso judicial en estudio no puede por ahora pronunciarse.