El presidente Rafael Correa reiteró este viernes que la decisión de otorgar asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se tomó de manera soberana y tras un análisis del caso.
«Después de casi dos meses de analizar las bases jurídicas, el Gobierno soberanamente decidió otorgarle el asilo», expresó el Primer Mandatario durante una entrevista con medios de comunicación en Loja.
También explicó que el factor fundamental para que se otorgara el asilo a Assange fue «porque no se garantizó su no extradición a un tercer país».
«Nunca se dio esa garantía», explicó Correa al indicar que el periodista australiano siempre estuvo dispuesto a responder a las indagaciones por los supuestos delitos sexuales de los que se le acusa en Suecia.
«Jamás se ha dicho que no responda a las investigaciones (…) Ecuador jamás va a impedir que se investiguen delitos comunes», manifestó el Jefe de Estado.
Recordó que incluso el Gobierno ecuatoriano ofreció las facilidades al fiscal sueco para que acuda a la Embajada en Londres, donde Assange se encuentra refugiado desde el pasado 19 de junio, para que le interrogue. Las autoridades judiciales del país escandinavo se negaron.
«No es que se ha querido negar que se investiguen delitos supuestamente sexuales. No hay garantías de que no se lo extradite (…) Ni siquiera está acusado (Assange), recién lo están investigando», acotó el Mandatario.
Subrayó que el Gobierno ecuatoriano respeta, pese a que cuestiona el marco jurídico y sistema penal de Suecia, que difiere del latinoamericano. En este último una persona debe tener sentencia judicial ejecutoriada para que se pueda solicitar su extradición.
El Jefe de Estado señaló que está consciente de lo que significa que el Reino Unido no quiera entregar el salvoconducto para que Assange pueda salir de ese país y en ese contexto indicó que mas allá de eso, Ecuador es fiel a sus principios de respeto a los derechos humanos.
Añadió que no es que esté de acuerdo con todo lo que ha hecho Assange. «No excluimos que pudo haber cometido una infracción», dijo al recalcar que de ninguna manera se puede comparar el caso del periodista australiano con lo sucedido en Ecuador en casos como el de la demanda que interpuso contra los periodistas autores del libro «El Gran Hermano».
Recordó que Assange está siendo cuestionado por haber revelado cables diplomáticos de varios países del mundo, entre ellos EE.UU, donde podría ser juzgado por tribunales especiales y militares, y correría el riesgo de ser condenado a pena de muerte.
Mientras que los autores del mencionado libro fueron juzgados por haber mentido al asegurar que el Mandatario ecuatoriano sí conocía de los contratos que su hermano Fabricio Correa tenía con el Estado.
«La difamación es un delito. En un Estado de derecho no se persiguen personas sino delitos», afirmó Correa.
Mientras tanto, en la legación diplomática de Ecuador en la capital británica la vigilancia policial se mantiene. Una decena de agentes de la policía metropolitana y dos furgones permanecen en la acera.