Al inaugurar la cumbre de la ALBA, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló que «el imperativo moral de nuestra América es vencer la pobreza» y llamó a un pronunciamiento claro de la izquierda mundial sobre el uso de los recursos naturales.
Correa explicó que el ser humano es lo más importante de la naturaleza. Por ello consideró que se está cometiendo el «gravísimo error» de someter los derechos del ser humano a los de la naturaleza.
«Nuestra gran oportunidad para poder desarrollar nuestra soberanía son nuestros recursos naturales no renovables», sostuvo Correa.
En el discurso, el Mandatario criticó el «ONG-ismo infantil» y el «fundamentalismo indigenista». «¿Qué sería de la Revolución Bolivariana en Venezuela sin el petróleo? Y algunos dicen que es una maldición», apuntó.
Añadió que «el desafío para nuestros pueblos ancestrales es cambiar para superar la pobreza pero sin perder la identidad».
En ese sentido reiteró que «el aprovechamiento de los recursos naturales merece el gran consenso de los países de la Patria Grande».
Previamente en su discurso, Correa señaló que el principal cambio que se está dando en nuestra América «es el cambio en las relaciones de poder». Añadió que aunque no se han podido resolver todos los problemas, «no cabe duda que aquí ya no manda el capital, particularmente el financiero».
«En nuestros países ya no mandan las burocracias internacionales (FMI, BM), ya no manda el poder mediático, ya no mandan los países hegemónicos. Mandan nuestros pueblos, existe soberanía popular», apuntó al indicar que precisamente eso es algo que «no nos perdonan las élites y los poderes fácticos».
En ese sentido, Correa pidió mantener la unidad en el bloque regional y saber identificar adecuadamente esos peligros. Dijo que el imperialismo «ya no se expresa en bombas, en misiles (…), sino que es el imperio del capital, de los dólares, de los condicionamientos, de las intenciones de crear no sociedades, sino mercados globales regionales, y no ciudadanos del mundo, sino tan solo consumidores globales», apuntó.
Es necesario «evitar que nuestras democracias sean restringidas» y «mantener nuestras soberanías, que están en peligro con ese orden mundial inmoral», señaló el gobernante, quien consideró que el borrador de declaración final de la cumbre es «tremendamente tibio» ante estas amenazas.
El Mandatario criticó el espionaje internacional, las trasnacionales, los centros internacionales de arbitraje, al tiempo que cuestionó el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) y reclamó reformas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
El Jefe de Estado ecuatoriano dedicó el inicio de su discurso para lamentar la muerte del futbolista Christian Benítez, acaecido ayer en Qatar. «Hay que seguir adelante, haciendo del dolor una fortaleza», dijo al enviar un abrazo solidario a la familia del futbolista.
La XII Cumbre de Presidente de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se instaló cerca de las 10:30 en el hotel Hilton Colón de Guayaquil. Un fuerte operativo de seguridad se evidenciaba en el sitio desde tempranas horas.
Los mandatarios de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, y el anfitrión Ecuador, participan en esta cita. Se suman como invitados especiales delegados de Uruguay, Argentina, Brasil, Surinam, Guayana y Haití.
En la reunión se abordarán los temas del fortalecimiento institucional de la ALBA-TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos), la ampliación del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre), un mecanismo para el ajuste interno de monedas en los intercambios comerciales de varios países de la región; además del incremento de los programas y misiones sociales en la región.
En la tarde, en el Coliseo Voltaire Paladines Polo, los presidentes del organismo se unirán a las organizaciones sociales, que previamente partirán en una marcha desde el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), en defensa de las soberanías de los pueblos.